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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El prestigio de Ruiz-Gallardón

Sobre los hechos consumados (verbigracia, la mayor longitud, mayor utilidad y mayor rentabilidad social del metro madrileño y ya periférico) va creciendo el prestigio del "presidente del Gobierno de Madrid" (como a él le gusta llamarse). Hasta en unas encuestas (que yo califiqué de "endomarujeras") los-as encuestados-as daban mayor prestigio a Gallardón "por la eficacia", y le colocaban por delante del "más simpático" Leguina. Al presidente de nuestra CAM se le nota comprometido y peleón en asuntos varios, aunque algunas peleas las tenga que hacer contra sus amigos del PP, bien hacia arriba, con la ministra Esperanza Aguirre (teatro Real), bien hacia abajo, con Álvarez del Manzano, por Ifema,,donde Gallardón intenta colocar como presidente a Fernando Fernández Tapias, el Fefé de las revistas del corazón y presidente de la CEIM, o "de la patronal madrileña" como diría Marcelino Camacho, mientras el alcalde de Madrid apuesta por retener a Adrián Piera, que ya lo es. Las peleas intrapopulares están bendecidas por los votantes madrileños, siempre que terminen en beneficio honroso de la CAM. Hay, empero, otros asuntos, verbigracia, sus dos avales tan espectaculares y tan poco rentables políticamente: el primero y cienmillonario, para la adquisición del supuesto corcel, comprado como si fuera un alado Pegaso, que en las carreras llegaba siempre el penúltimo y tuvo que ser vendido como un rijoso semental, a 250.000 pesetas la dosis sementalina.El soñado jinete era un amigo del presidente, que "ganaría" con Remondo-Madrid en Atlanta para honra de Madrid y de la CAM. Por el segundo aval, no financiero, sino moral y testificante, los malintencionados comenzaron a llamar a Gallardón "el señor de los avales", y consistió, según Lissavetzky, en una carta "con membrete presidenciaV en favor de la amiga sentimental de Fefé, la bella Mar Flores, tan poliándrica ella.

A Gallardón todavía le quedan viejas deudas heredadas, que de acuerdo con sus prometidas "soluciones" debe pagar si quiere que su prestigio ponga la punta de la flecha hacia arriba en su particular cursus honórum, la antigua escala de los políticos romanos para sus ascensos- .

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