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PNV y CiU amenazan a Aznar con retirarle su apoyo si no pacta el cupo y la sanidad

Vuelve la tensión de los nacionalistas con el Gobierno y la amenaza de retirarle el apoyo si no cumple sus compromisos. El portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti,emplazó ayer al Ejecutivo a que esta semana conecte con el Gobierno vasco para cerrar el acuerdo sobre el cupo. La reunión podría ser inminente pues Anasagasti reconoció que, el lunes, Rodrigo Rato le confirmó su voluntad de entrevistarse con el vicelehendakari Juan José Ibarretxe. El toque de atención de Anasagasti coincide con un desafío del portavoz de CiU en el Congreso, Joaquim Molins, quien amenazó con una retirada de su apoyo al Gobierno si no se resuelve la financiación sanitaria.

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Los nacionalistas vuelven a la carga. Tanto el PNV como CIU apremian al Gobierno para conseguir sus reivindicaciones más urgentes de cara al debate sobre el estado de la Nación. En el caso del PNV, la situación es más apremiante porque aún no se ha terminado de cerrar ninguno de los acuerdos pactados con el PP en abril del año pasado. "No queremos dramatizar, pero consideramos que nosotros hemos cumplido con creces; no se ha logrado que se ultime un acuerdo, y si no se ultima finalmente nos veríamos desligados de cualquier tipo, de compromiso. Instamos al PP a que se lo tome en serio; no queremos dramatizar, pero deseamos que actúe con intensidad esta misma semana", dijo ayer Anasagasti en los pasillos del Congreso.Anasagasti se hizo portavoz del malestar existente en el Gobierno vasco. Hace ya mes y medio que José María Aznar pactó con Xabier Arzalluz y el lehendakari José Antonio Ardanza el acuerdo sobre el cupo vasco y éste aún no se ha cerrado a causa de diferencias en la valoración de los impuestos especiales entre el vicepresidente económico, Rodrigo Rato, y el vicelehendakari, Juan José Ibarretxe. Pero el malestar es aún mayor, porque el PNV no ha conseguido ninguna de las contrapartidas pactadas con el PP hace más de un año -desarrollo del Estatuto de Gernika, devolución del patrimonio incautado durante la guerra civil y, sobre todo, el cupo y la nueva metodología del Concierto Económico- a cambio del apoyo parlamentario al Gobierno. De hecho, el PNV se siente más incómodo aún porque ha ido más lejos que CIU en su apoyo al Gobierno al comprometerse en cuestiones como la Ley del Fútbol.

Anasagasti pretende que el acuerdo se cierre antes del debate sobre el estado de la Nación, que se celebrará dentro de un mes. El líder nacionalista había conversado la víspera por la noche con el vicepresidente Rato, y éste le dio garantías de un encuentro esta misma semana con el vicelehendakari Ibarretxe.Por su parte, el portavoz de CiU, Joaquim Molins, condiciona a un acuerdo en la financiación de la sanidad la continuidad del apoyo que CiU presta al Gobierno. "CiU apoya al Ejecutivo para que haga lo que hemos pactado, y la financiación de la sanidad es uno de los temas incluidos en el pacto [de investidura]", declaró.

CiU quiere resolver la financiación de la sanidad antes de negociar los Presupuestos para 1998. "No queremos dar pie a que vuelvan a acusamos de marcantilistas cuando, además, es un asunto que interesa a toda España", señaló ayer un dirigente nacionalista. "Difícilmente podremos seguir apoyando al Gobierno si no se alcanza una solución a este contencioso", agregaron estas fuentes. Sin embargo, es igualmente difícil que CiU deje de apoyar los Presupuestos de 1998, imprescindibles para cumplir con Maastricht, reconocieron los dirigentes de CiU consultados. Se abre así la posibilidad de que se apoyen los presupuestos pero se rompa el acuerdo de gobernabilidad, admitieron.

Los nacionalistas catalanes preparan una nueva batería de reivindicaciones autonómicas para negociar con el Gobierno del PP en la perspectiva de sostener a éste hasta el final de la legislatura, pero antes necesitan que el pacto de hace un año se cumpla totalmente.Cumplir los compromisos

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Molins insistió en que el sistema de financiación sanitaria vigente caduca en diciembre y anunció que CiU insistirá en encontrar una solución antes de esa fecha. Los nacionalistas, agregó el portavoz, están dispuestos a mantener su apoyo al Gobierno hasta que acabe la legislatura, pero siempre que éste cumpla sus compromisos.

En materia sanitaria, la Generalitat ha obtenido, en 1997, 15.000 millones por atrasos y por compensación por enfermos desplazados a Cataluña para recibir asistencia especializada, y 11.000 mas porque no se ha repercutido en las autonomías los 70.000 millones ahorrados con la congelación salarial del personal sanitario y la reducción de los márgenes farmacéuticos. Pero para 1998, el Gobierno catalán aspira a obtener otros 60.000 millones, que serían 75.000 más en el 2001. Para ello, el Gobierno central debe asumir que en los últimos años los presupuestos destinados a la sanidad no responden a la realidad y han generado un déficit impresionante.

Rato se resiste a aceptar la existencia de ese déficit, aunque desde la oposición el PP denunciaba su existencia. Rato acepta aún menos que el. incremento anual del presupuesto sanitario supere al crecimiento del PIB nominal, como reclama CiU. Argumenta que debe cumplir el plan de estabilidad.

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