San Isidro Labrador: ¡viva el supermercado de mayo!
Los hispánicos vienen a Madrid en mayo por los toros, no sé si por la pradera de San Isidro y por otras historias más o menos personales. He aquí un recetario del Madrid de comer y beber para todos, según sus gustos y bolsillos.Hay que comenzar por el mito, esto es, Casa Lucio (teléfono 365 32 52); uno puede comer esos huevos estrellados con patatas que nadie ha inventado igualmente y, además, codearse con el Rey y no pagar más de 3.500 pesetas. Pasemos a una taberna, que es la Taberna del Sumiller (359 85 95); lo que se dice una taberna, pero moderna, sin cutrez alguna, comida casera y vinos del mundo entero (2.000 pesetas o 60.000 pesetas, si a uno le da por el vino). Sigamos por el sendero de lo inaudito y fino, como lo es Viridiana (523 44 78); Abraham, el bíblico, en persona, los iluminará con sus fantasías culinarias, y hay que extasiarse con su bodega mundial: ¡mundial! (4.000 pesetas). La Gastroteca de. Stephan y Arturo (532 25 64) es una caja de sorpresas animada y condimentada por gente con talento: hay que saber estar para plantarse ante la raya a la valenciana y pagar cuatro o cinco mil pesetas. Hortensia es otro paraje gastronómico madrileño, del Madrid castizo, que sirve una fabada y un pote asturianos de pecado mortal, y además, los pescados y carnes, y los vinos, que, al final, no llegan casi a 3.000 pesetas. ¡Y qué pulcritud!
Si alguien llega de Galicia a los mayos isidriles de Madrid, o si viaja desde Euskadi, o si se presenta en la capital desde cualquier punto de lo que ha dado en llamarse el Estado de las autonomías, y si además no quiere acariciar por última vez en el bolsillo más de 2.500 o 3.000 pesetas, ¡alto!: esa mujer o ese hombre, que haga su fonda y tasca de Casa Perico (531 91 93). En Madrid nació "el rey del pincho": ¿quién no se ha hospedado alguna vez en José Luis (457 50 36)?; aquí se pincha todo lo habido y por haber y uno queda en paz consigo mismo.
A Madrid llegarán también los que un día, con medios que les ha dado la fortuna o con los que han ahorrado, quieren saber lo que es esa mítica gastronómica que se nombra Zalacaín (56148 40), o Príncipe de Viana (457 15 49), o Jockey, con Carmelo de timonero (319 24 35); hay que disponer de medios, pero tampoco hay que arruinarse por cosa de ocho o diez mil pesetas. El Amparo está en la línea (43164 56). Y Pedro Larumbe (575 51 11), también, pero comer y vivir en cada uno de estos palacios de la sabiduría es un curso de los que la vida puede dar y quitar y enseñar para siempre.
Quien llegue a Madrid y quiera disfrutar en Madrid viviendo como en el campo no puede olvidar Currito (464 57 04): es el escaparate vasco-navarro en Madrid, en la Casa de Campo, e incluso puede uno toparse con el mismísimo Currito y con su boina: el colmo, una visión celestial. Y en
La Ancha, de la calle de Zorrilla, número 7, todo es sencillez, comodidad, comida de siempre aderezada por la honradez de quien la tiene, y, para concluir, poco más de 3.000 pesetas, o menos.
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