MONO VENEZOLANO, PADRE ITALIANO
Alessandro Spinaci, juez de la localidad italiana de Pescara, ha decidido la paternidad de un joven de 26 años, llamado Eros Rocchia, sobre un mono venezolano de tres meses, un cebus negro que su dueño importó ilegalmente de Suramérica. El juez declara que el animalito queda requisado, pero que, dada su tierna edad, no puede vivir sin los cuidados de su amo, al que confía la custodia. Eros Rocchia, que dirige un centro de recuperación escolar, se ha mostrado muy satisfecho con la sentencia, aunque ésta lleva aparejada una multa de entre 20 y 200 millones de liras -de 1,7 a 17 millones de pesetas por importación ilegal- Desde que tenía cuatro días, Cocó, el mono, duerme con Eros en la habitación, que el joven papá ha llenado de troncos y ramas para que el animalillo pueda jugar. En la decisión del juez ha influido la circunstancia de que Cocó come sólo si su dueño le mete en la boca los alimentos y no se separa de él ni un momento, incluido el horario laboral; y también la teoría del científico austríaco Konrad Lorenz, quien sostenía que una relación familiar tan estrecha siendo el mono tan pequeño no puede quebrarse. Según Lorenz, los animales huérfanos identifican en un hombre a su padre adoptivo, al que necesitan para su correcto desarrollo. Esta tesis, barajada por el abogado de Rocchia, ha convencido al juez de Pescara, quien ha decidido que el Cuerpo Forestal, que se había llevado a Cocó para mandarlo al zoo de Falconara, devuelva el simio al joven, que ha sido así reconocido por la ley madre padre adoptivo del monito.-
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