Los herederos de Jobim recrean la obra del impulsor de la 'bossa nova'

Tom Jobim, es decir, Antonio Carlos Jobim es figura capital en la música popular. Su muerte, el 18 de diciembre de 1994 en un hospital de Nueva York, a los 67 años, no ha restado un ápice de su influencia en Brasil, su país, ni en todo el mundo. Se le considera, junto a Vinicius de Moraes y Joao Gilberto, el padre de la bossa nova y sus composiciones han sido interpretadas por Frank Sinatra, Ella Fitzgerald, Miles Davis, Pat Metheny o Sting. Su obra no ha muerto, mantenida por melodías ya clásicas como La chica de Ipanema, Aguas de marzo, Desafinado, Samba , de una sola nota o A felicidade.Su hijo Paulo, con la guitarra, compartió con él discos y conciertos y ahora se encarga de que la obra de su padre siga viva acompañado por el excelente chelista Jaques Morelenbaum, quien perteneció a la banda del maestro muchos años. Paulo y Jaques, junto a Paula Morelenbaum, voz, y Daniel Jobim, nieto de Tom, al piano, formaron Banda Nova, el último grupo de acompañamiento que Jobim puso al servicio de su piano y su voz susurrante. Un homenaje en Nueva York al compositor meses después de su muerte fue su primera aparición pública como cuarteto, y así han seguido por el mundo haciéndose acompañar por diferentes percusionistas cada vez.

Hoy recalan en Madrid acompañados por Marcos Feijao en la batería y percusión y se presentan como quinteto para repasar la obra del gran Tom Jobim, un concierto homenaje a una figura inolvidable.

Jobim-Morelenbaum Quinteto actúa hoy en el Centro Cultural de la Villa (plaza Jardines del Descubrimiento, s/n, metro Colón) 20.30 horas, 2.500 pesetas.