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42.195 METROS DE ESFUERZO

La gran carrera dice adiós al Retiro

El Ayuntamiento no permitirá que la prueba vuelva a terminar en el parque por los destrozos que causa

Otra de las señas de identidad del maratón, el Retiro como punto de partida y meta final de esta carrera, va a desaparecer. Dispuesto a que el parque no vuelva a sufrir los desperfectos que causa la prueba, el Ayuntamiento no piensa permitir otro año que el maratón muera ahí de nuevo: "Cuando todo acaba, se queda mucha basura por el suelo, y son miles de corredores los que, cansados, se tiran al césped. Y nosotros queremos que el Retiro sufra lo menos posible", dijo el viernes el concejal de Medio Ambiente, Adriano García-Loygorri.El concejal de Cultura y Deportes, Juan Antonio Gómez Angulo, también está de acuerdo: "Lo más posible es que el maratón del año que viene empiece y termine en la Castellana, en el mismo lugar que la Vuelta Ciclista a España". De esta misma opinión es el gerente del Instituto Municipal de Deportes (IMD), Guillermo Jiménez: "En un principio, se pensó en La Peineta, pero ya se ha descartado porque el recorrido hasta el estadio iba a ser demasiado duro". La organizadora del Maratón, Maratón Popular de Madrid (Mapoma), lo acepta: "Es comprensible lo que nos dice el Ayuntamiento. Además, el Retiro se ha quedado pequeño. Tampoco nos gusta a nosotros la Peineta. Hay que buscar un lugar amplio, como puede ser la Castellana o el paseo de Virgen del Puerto; se hará una encuesta entre los corredores", dice Mauricio Blanco, presidente de Mapoma.

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Presos y funcionarios

Pero los corredores bastante tenían con acabar el maratón de ayer, así que no pensaron mucho en el del año que viene. Desde la prisión de Soto del Real se desplazaron cuatro presos y cinco empleados de prisiones para correr y protestar por el secuestro de Ortega Lara, en manos de ETA. Los presos se entrenaron en los pasillos de la penitenciaría.

Más historias: el grupo con más cosas que contar de todo el batallón de maratonianos, los 30 magníficos que habían participado en las pasadas 19 ediciones, salió ayer a por la número 20 con una camiseta especial. Lo consiguieron todos menos uno. A punto estuvo de rendirse un segundo, pero otro miembro del club, José Carrasco, al enterarse que un colega marchaba atrás con apuros, aminoró su marcha, le esperó, se puso a su lado y a su lado corrió sin dejar de animarle. La ovación del público al ver entrar a los dos veteranos juntos en la meta puso los pelos de punta. Para otro de estos Vencedores de todos los maratones madrileños, Rafael García Navas, la meta significó ayer algo muy especial, ya que su mujer acaca de fallecer. Al terminar su maratón número 20 se arrodilló y miró al cielo.

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Todos estos veteranos han contado a la revista Mapoma algunas de las cosas que tantas carreras contra uno mismo han dejado en la memoria. Juan Ignacio Solana de Quesada, de 35 años, corrió su primer maratón con 15. El profesor de Educación Física les había prometido un sobresaliente a todo aquel que terminara. El único que lo hizo fue Juan Ignacio, que sin saber por qué y sin fuerzas para correr, anduvo un montón de kilómetros solo bajo la lluvia, pegado al arcén de la M-30.

El primero en llegar ayer, el atleta cubano Alberto Cuba, tardó 2 horas y 16 minutos; el último, el argentino Miguel Vignolo, empleó 5 horas y 30 minutos. Pero a este corredor le aplaudieron tanto como al que ganó. Y por su manera de sonreír, seguro que se sentía igual de satisfecho: "Estoy muy contento porque a pesar de los juanetes, que me estaban matando, he terminado".

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