El precedente y el alcohol en los cuarteles
Yolanda González Manzano, hermana del sargento José Luis González, que murió en 1984 víctima de un disparo de Juan Carlos Miravete, reaccionó ayer con satisfacción al anuncio de que el ministro de Defensa, Eduardo Serra, ha destituido al coronel jefe de la Escuela Militar de Alta Montaña de Candanchú, Manuel Lozano. En su opinión, se debería "controlar" la venta de alcohol en las cantinas de los cuarteles y prohibir que oficiales y suboficiales lleven armas fuera de las horas reglamentarias.Consideró además como "totalmente injusta" la sentencia que, hace 13 años, condenó a Miravete a un año de, prisión y una indemnización de cuatro millones de pesetas por imprudencia temeraria, tras causar la muerte a su hermano. Si la familia no recurrió, dijo, fue porque estaba "totalmente destrozada".
En cuanto a la familia del cabo Samuel Ferrer, muerto el pasado sábado de un tiro disparado también por Miravete, hizo saber que hoy comparecerá ante los medios de comunicación para anunciar las actuaciones legales que va a seguir y dar su opinión sobre los hechos y sobre las explicaciones del ministro de Defensa. La Oficina del Defensor del Soldado (ODS) informó de que varios de sus directivos estarán presentes.
La ODS aplaudió también el cese del coronel Lozano. Su director, Francisco Castañón, señaló que la decisión respalda su opinión de que había "otras responsabilidades, además de la del sargento". Añadió que los mandos de la Escuela ', dieron en principio una versión de los hechos que no se correspondía con la realidad, lo que llevó a una distorsión de lo sucedido que incluso afectó al Ministerio de Defensa".
Por su parte, el general Martínez Teixidó, jefe de la Región Militar Pirenaica Oriental, se mostró partidario de revisar y mejorar la legislación militar para evitar la repetición de sucesos como éste.
