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"No creo que los adeptos a la monarquía ganasen un referéndum''

Con la anunciada y contundente victoria de los anticomunistas en los comicios búlgaros del sábado se completa el ciclo que abriera en noviembre pasado el triunfo de Petar Stoyanov, candidato de las mismas fuerzas, frente al aspirante socialista a la presidencia de la República. Stoyanov, de 44 años y hasta hace poco un virtual desconocido en su propio país, se ha convertido según las encuestas en el personaje público más valorado por los ciudadanos.Pregunta. Usted ha prometido sangre, sudor y, lágrimas, ¿van a aguantar los baqueteados búlgaros el precio de las medidas que se les vienen encima?

Respuesta. Cuando los socialistas renunciaron hace dos meses y se supo que iba a haber elecciones inminentes yo mismo dije a los búlgaros desde un balcón de este edificio lo que nos esperaba, privándoles incluso de la alegría de aquellos momentos. La paradoja en Bulgaria es que nuestro nivel de vida es tan bajo no como resultado de reformas hechas, sino de las que no se hicieron o se imitaron. Los ciudadanos tendrán que pagar ahora, por segunda vez, el precio de una transición no realizada. El tiempo que hemos perdido buscando el camino ha mostrado que no hay vuelta atrás. Espero que la reforma será aceptada por los búlgaros a pesar de las medidas impopulares, del coste social que acarrea. No todos lo entenderán, por supuesto; por eso considero básico un diálogo continuado con los ciudadanos.

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P. ¿Quién va a ser el próximo primer ministro? El interino Sofianski es mucho más popular que el señor Iván Kostov, vencedor de las elecciones.

R. Por lo general, el jefe del Gobierno es el líder de la fuerza política que gana las elecciones. En Bulgaria, su nombre es Iván Kostov. Él ha hecho mucho durante los dos últimos años, no solamente para aglutinar la Unión de Fuerzas Democráticas, sino para crear una amplia coalición democrática. Como Stefan Sofianski, es economista y conoce muy bien las necesidades y prioridades de este momento.. Será la persona adecuada para primer ministro.

P. Aparte su situación económica desesperada, hay dos temas que preocupan a los búlgaros: la corrupción y la delincuencia.

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R. Si no resolvemos rápidamente estos dos problemas no podremos llevar a cabo las reformas. Me alegra que el Gobierno interino que designé en febrero hay dado prioridad a la lucha contra la delincuencia. Para el que venga, es imperativo seguir por este camino. Cualquiera que sea el nuevo Gabinete tendrá el apoyo de la opinión pública en esta tarea.

P. ¿Por qué ha sacado el tema de un referéndum monárquico?

R. Porque cada visita de su excelencia Simeón II provoca por sí misma esta cuestión. Yo he declarado que voy a apoyar un referéndum si el Parlamento decide su convocatoria. No temo a las cuestiones más delicadas para Bulgaria y estoy satisfecho de que las fuerzas políticas hayan recibido bien abordar el problema, que por otra parte no es el más importante para mi país.

P. Tengo la impresión de que usted quiere la consulta en la seguridad de que la monarquía será rechazada, para dejar fuera de juego a Simeón. Bulgaria no tiene sentimientos monárquicos.

R. [Pausa. Amplia sonrisa]. No juraría que un eventual referéndum fuese ganado por los adeptos a la idea monárquica. La simpatía que la mayoría de los búlgaros tiene por Simeón II es algo muy diferente de los sentimientos monárquicos. Pero no deseo que Simeón II sea eliminado de nuestra vida política. Durante mi conversacion con él le dije que su origen, lazos familiares Y contactos podrían ser muy útiles para Bulgaria en este momento difícil. Su apoyo a nuestro deseo de integramos en la OTAN y la Unión Europea puede ayudar mucho a la causa búlgara. En los momentos cruciales, cada uno tiene su lugar para trabajar por la patria. Yo desde Sofía, él desde Madrid ...

P. Un embajador de lujo ...

R. No quisiera ofender a su excelencia con el encargo de cualquier función formal. Le he insinuado que elija la forma que considere más adecuada para ayudar a su país. Mantenemos magníficas relaciones, nos entendemos sin palabras.

P. ¿Cree que el señor Kostov hará un Gobierno de amplia coalición?

R. El nombre técnico no importa. La cuestión más importante es si el señor Kostov va a buscar en el nuevo Parlamento el apoyo de la mayoría de las fuerzas políticas. He expresado más de una vez mi posición categórica de que las crudas reformas económicas que nos esperan no pueden ser realizadas por un solo partido, aunque tenga mayoría absoluta.

P. ¿Bulgaria tiene alguna posibilidad de ingresar en la OTAN en la primera tanda?

R. Tengo que reconocer que hemos perdido mucho tiempo. Así que nos incluimos en la segunda etapa de la carrera, pero pienso que es una carrera que merece la pena. Mi país tiene todas las posibilidades de integrarse a la Alianza, no sólo por su situación geopolítica, sino también por la decidida voluntad de sus ciudadanos.

P. ¿Quiere., la reforma de la Constitución para que se le otorguen mayores poderes?

R. La respuesta formal es que para cambiar la Constitución hay que convocar a un Gran Parlamento [de 400 miembros en lugar de los 240 habituales]. Con más sinceridad, el problema de Bulgaria no reside en la falta de un poder presidencial fuerte, sino en la ausencia de garantías constitucionales para el buen funcionamiento del poder Ejecutivo.

P. ¿ Puede ser más preciso?

R. Para que las reformas económicas que debemos hacer lleguen a su fin, Bulgaria necesita un Gabinete muy fuerte, garantías de que el jefe de Gobierno pueda controlar o echar a alguno de sus ministros. Ahora, según la Constitución, sin el voto mayoritario del Parlamento el primer ministro no puede hacerlo. El Parlamento ordinario sí que podría cambiar en este sentido la Constitución.

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