Mayor admite que la campaña de ETA induce a los funcionarios de prisiones a dejar Euskadi

El intento de asesinato del funcionario de la prisión de Martutene Juan José Baeza ha extendido entre sus compañeros el propósito de solicitar un cambio de destino. Fuentes oficiales aseguran que sólo hay 18 peticiones: 15 a través del concurso general de traslados, cerrado el 25 de febrero, y tres más por la vía extraordinaria (una de excedencia y dos en comisión de servicios). Pero fuentes sindicales sostienen que la mitad de los 80 funcionarios de Martutene desean dejar Euskadi, sobre todo tras el asesinato del psicólogo Gómez Elósegui, hace un mes. Interior admite su preocupación por este hecho.

El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, reconoció ayer que la estrategia de intimidación de ETA está haciendo aumentar las peticiones de traslado de funcionarios de prisiones vascas y de otros colectivos. La ofensiva terrorista ha minado especialmente la resistencia del colectivo de funcionarios de Martutene. El propio Juan José Baeza, que se recupera del balazo recibido el miércoles en el cuello en Rentería, ha pedido a su sindicato, UGT, que gestione su inmediato traslado a otro centro. Antes del atentado, Baeza ya había pedido dejar las tareas burocráticas por alguno de los tres puestos a que tenía acceso, aunque sin cambiar de prisión."Si no hay una desbandada es porque se tiene que garantizar la continuidad de la actividad y porque el concurso de méritos sólo dejará disponibles unas 20 o 30 plazas", reconoció un sindicalista. Las amenazas de ETA tienen también efecto en Basauri (Vizcaya) y Pamplona.

No parece que las promesas de más seguridad e incentivos, renovadas y ampliadas ayer por el director de Instituciones Penitencias, Ángel Yuste, puedan despejar esos temores. Un número creciente de funcionarios está pidiendo incluso permiso de armas. De hecho, sólo 10 trabajadores de Martutene acudieron a mediodía de ayer a la concentración convocada a las puertas de la prisión para protestar por el intento de asesinato de Baeza. Frente a decenas de cámaras fotográficas y de televisión, la imagen de algunos funcionarios tratando de preservar sus rostros resultó elocuente.

Grupo de riesgo

El temor a ser identificados explica tan exigua representación, por más que el director de Instituciones Penitenciarias y el sindicalista de ELA Javier del Moral apelaran allí mismo a las servidumbres del trabajo. "La herida por el asesinato de Goméz Elósegui no acababa de cerrarse y ahora nos viene esto...", señaló el director de la cárcel, Andrés Gonzalo, explicando la sensación colectiva. Los funcionarios se sienten atrapados por la campaña de ETA. La mayoría vienen de otras comunidades y parte de ellos duermen en pabellones dentro de la prisión. El grupo de mayor riesgo son los naturales de la provincia, un 20%, que tienen familia y piso propio y tratan de hacer una vida más o menos normal. Como se ha comprobado en los casos de los tres funcionarios de Martutene asesinados y en el atentado del miércoles, la rutina es su enemigo.

Juan José Baeza fue señalado como "carcelero" en una pintada hecha en su barrio de Rentería y su coche apareció una mañana marcado y dañado con ácido. Los funcionarios de Martutene piden ahora que las medidas de seguridad sean personalizadas, dado que es el centro penitenciario más peligroso de España. Es una circunstancia paradójica, pues de los 215 reclusos que alberga, sólo una decena proceden de ETA y buena parte disfrutan del tercer grado.

En la asamblea celebrada ayer tarde en un clima de tensión por la postura del sindicato nacionalista ELA de reclamar el acercamiento de los presos de ETA y de responsabilizar a "las dos partes en conflicto", los trabajadores pidieron más seguridad, más retribución para quienes no puedan cambiar de destino, así como permisos y vacaciones extra por la presión. Solicitaron comedores, para que no tener que salir para almorzar, y la posibilidad de ser transferidos a otros ministerios. El secretario general de UGT, Cándido Mendez, que fue a San Sebastián para visitar a Baeza, pidió expresamente a ELA reflexionar, ya que su actitud justifica en cierta forma al terrorismo.

Las direcciones nacionales de UGT y CC OO han recibido cartas amenazadoras de ETA. "De no mediar un cambio de actitud por vuestra parte, seguiréis siendo un objetivo permanente de ETA", les advierten.