La cúpula de HB paga y sale de la cárcel

La cúpula de Herri Batasuna salió ayer de cinco cárceles de Madrid, en las que la mayoría de sus integrantes ingresaron el pasado mes de febrero, tras depositar su abogada Jone Goirizelaia y un apoderado los avales que cubren los 29 millones de fianza impuestos en total por el juez del Tribunal Supremo José Manuel Martínez Pereda. Floren Aoiz aseguró que su puesta en libertad y la de sus 21 compañeros es "una patada en la boca a los fascistas del Estado", pero esta interpretación no tuvo eco. Para los partidos democráticos, en cambio, la Mesa Nacional de HB ha tenido que someterse, para dejar la prisión, al mismo tribunal cuya autoridad dice no reconocer. El precio ha sido incluso más alto: aplicar un doble rasero respecto a sus militantes de base y, sobre todo, a los presos de ETA, a los que se presiona para que no acepten las medidas de reinserción.

En palabras del consejero vasco del Interior, Juan María Atutxa, HB al final "pasó por el aro" y acabó pagando tanto las fianzas de 500.000 pesetas (rebajadas desde los cinco millones) impues tas a 18 de sus dirigentes como las de cinco millones impuestas a los otro cuatro (los detenidos el pasado viernes en la frontera de Hendaya). Estos últimos se en contraban entre los dirigentes de HB recluidos en las dos prisiones de Carabanchel: tres mujeres y seis hombres. Al pisar la calle, donde les esperaba Goirizelaia, el grupo se fundió en abrazos y lanzó gritos pidiendo la libertad para Euskal Herria.Aoiz declaró a los periodistas que el proceso contra la cúpula de HB (a causa de la difusión de un vídeo de ETA durante la última campaña electoral) es "un error de la clase política y de los magistrados",' y sugirió que "lo anulen y den marcha atrás". Los demás miembros de la Mesa Nacional estaban recluidos en Soto del Real (5), Valdemoro (4) y Alcalá-Meco (4).

Jefes y presos

Junto a la satisfacción generalizada por la derrota que ha supuesto para HB pagar las fianzas, las fuerzas políticas subrayaron el hecho de que "los jefes". de la coalición que han pagado para salir son los mismos que siempre han exigido a los presos de ETA que se resistan y hagan frente a las medidas de reinserción que les permitirían salir antes de la cárcel.

El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, hizo notar que, además de cumplir la ley y pagar la fianza, HB "ha introducido serias contradicciones en su entorno". Además, el fracaso se ha apreciado, dijo, tanto dentro como fuera de España, ya que no ha ocurrido nada "especialmente nuevo", ni siquiera en los países de la Unión Europea en los que HB ha tratado de hacer campana con este caso. Para Mayor, los cuatro dirigentes que se fugaron a Bruselas "han tenido que venir exclusivamente por la presión de sus compañeros, para que ellos pudiesen salir hoy".

Sobre los etarras que siguen en la cárcel, el ministro dijo que es evidente que no es lo mismo "ser preso de ETA que ser un dirigente de la Mesa de HB", y que la coalición radical ha cambiado su clásico mensaje de que "lo urgente es esperar" por el de "lo urgente es pagar".

El consejero de Interior del Gobierno vasco, Juan María Atutxa, afirmó, por su parte, que la actuación de la Mesa Nacional de HB, al depositar los avales correspondientes a los 29 millones de pesetas exigidos, sigue marcando una diferencia sustancial entre dirigentes y militantes: "Mientras se pide a los jóvenes que no reconozcan los tribunales, ellos pagan para salir de la cárcel".

Para el responsable de la Policía Autonómica vasca, "los jefes" de HB "se sienten incómodos en la cárcel", hacen la "pamema de conseguir notoriedad ante los medios de comunicación" y, cuando ésta decae, "pasan por el aro y pagan la Fianza que impone" un tribunal que ellos piden a sus militantes "que no reconozcan". Esta contradicción fue recogida también por el presidente de la Audiencia Nacional, Clemente Auger, que señaló que "moral y socialmente no se puede ser tolerante frente a cualquier tipo de movimiento que provoque la destrucción del sistema democrático".

"Coacciones y presiones"

En cuanto al portavoz del PSOE en la comisión de Justicia e Interior del Congreso, Juan Alberto Belloch, declaró que este caso ha puesto de manifiesto la "insolidaridad" de la Mesa Nacional de HB. El ex ministro de Justicia dijo que sabe que hay "coacciones y presiones" desde HB sobre los presos de ETA para que no participen en ningún proceso de resocialización, ni soliciten permisos o se acojan al tercer grado penitenciario. Subrayó que esas presiones se han realizado con amenazas y que provienen de los mismos que ahora "no dudan en salir de los establecimientos penitenciarios".

El portavoz de Justicia de Izquierda Unida, Pablo Castellano, calificó de "repugnante" la forma de actuar de los dirigentes de HB. "Se trata de una prueba palpable", añadió, "de la manipulación que realiza la dirección etarra sobre un conjunto de gente a la que cosifica e instrumentaliza".