"Sitios como Libertad 8 eran cochambres hace años"
Surrealista, caótico, delirante, genial, esquizofrénico. Así le llaman algunos. Y es que, para Matías Avalos, cantautor de 31 años, el mundo es un auténtico manicomio. Su pasión por la locura mundana está ya en las tiendas de discos: se llama, cómo no, Manicomio, y es fruto de un año de desvelos. El 7 de abril presentó su primer trabajo, una especie de parto diezmesino para este cantante nacido en Alcobendas.Trabaja, de ocho a tres, en el Ayuntamientó de su pueblo. Pero, cuando empieza a oscurecer, se transforma en un míster Hyde asido a una guitarra. Deambula con su colega Luis Felipe Barrios por los garitos de moda de Madrid, donde últimamente no hacen más que surgir fenómenos musicales como champiñones. Y él aspira a convertirse en uno de ellos.
Pregunta. ¿Cómo es posible llamar a una canción Quiero tu sangre, Las bombillas atacantes o La nariz?
Respuesta. Es que las canciones son así. Yo hablo de cosas profundas o superficiales pero que representan los problemas que todos vivimos. Las letras de siempre están muy vistas. Para mí frases como "el talismán de tu piel me dice..." son insulsas.
P. No le gusta que le comparen con la cantante Rosana, aunque ha tocado en los mismos círculos minoritarios que ella y tampoco le gustan sus letras como ya ha dicho. ¿Qué tiene usted de diferente?
R. Mis canciones intentan reflejar el mundo de una forma diferente en el que viven millones de personas muertas de hambre y miseria. Mis letras, mis músicas o mis armonías son diferentes porque tengo un enganche surrealista que no tienen los demás.
P. ¿Le gustaría, sin embargo, ser el fenómeno Matías como ocurrió el año pasado con Rosana?
R. Hombre, claro. Me encantaría vender 700.000 copias como ella pero con mis canciones, claro. Daría volteretas.
P. ¿Qué es Manicomio en realidad?
R. Es nuestro mundo, el mío y el de los demás. Tengo una gran lucha interna sobre si debo ser optimista o pesimista sobre él.
P. Ser trabajador municipal por las mañanas y cantante por las noches, ¿es compatible?
R. Yo soy el mismo siempre, lo que pasa es que para ganarme las habichuelas tengo que fastidiarme, madrugar y trabajar de otra cosa. Espero que mi puesto en el Ayuntamiento de Alcobendas me deje y pueda ganarme la vida con la música.
P. ¿Le ha costado mucho sacar su primer disco adelante?
R. Ha sido una aventura. Yo tocaba -una noche en Libertad 8 con mi amigo Luis Felipe Barrios y se fijaron en nosotros directivos de la productora El Hombre Tranquilo. Cada uno hemos sacado un disco en solitario por separado pero seguimos tocando juntos en directo porque conectamos muy bien.
P. ¿Han cambiado mucho sitios como Libertad 8?
R. Hace unos años eran puras cochambres y ahora les han metido pelas a mansalva. Lo difícil no es llenar en Madrid, sino vender discos.
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