Cuba reprocha a Nicaragua utilizar a un disidente como portavoz en la ONU
La Comisión de Derechos Humanos de la ONU se convirtió ayer en escenario de un enfrentamiento sin precedentes entre las delegaciones de Cuba y Nicaragua tras la decisión de Managua de utilizar como portavoz oficial de su nueva política en Cuba al disidente cubano Luis Zúñiga.
"Esta comisión debe saber que el que habla es un conocido terrorista cubano", gritó un miembro de la delegación cubana después de que el embajador nicaragüense ante la ONU, Enrique Paguaga, cediera la palabra a Zúñiga para que fuera éste el que explicara qué piensa de Cuba la Administración de Arnoldo Alemán.
La intervención de Zúñiga, que además de las protestas de Cuba fue para diversas delegaciones motivo de "vergüenza ajena" y un "verdadero escándalo", se produjo en presencia del embajador Paguaga y del representante diplomático nicaragüense en Ginebra, Alvaro Montenegro.
Es una tradición en diplomacia que cuando se han de cumplir órdenes de la capital con las que personalmente se discrepa, el embajador, en un intento por salvar la cara ante sus colegas, abandona su escaño. Pero no sólo no fue así sino que el embajador Paguaga salió en defensa enérgica del disidente cubano cada vez que la delegación cubana solicitaba al presidente de la Comisión que interrumpiera el discurso, plagado de acusaciones contra Cuba, para anunciar una y otra vez que Zúñiga, lugarteniente del conocido activista anticastrista Mas Canosa, era "un terrorista".
"Este señor [Zúñiga] es un miembro legítimo de la delegación de Nicaragua, que como Estado soberano que es, tiene el derecho y la libertad de designar como asesor a quien quiera", dijo en un elevado tono de voz el diplomático nicaragüense.
"Terrorista"
Los cubanos insistieron en su acusación con el argumento de que "el terrorismo es una categoría reconocida en esta comisión", aunque no pudieron impedir que Zúñiga siguiera adelante con su intervención en nombre del Gobierno de Managua.Tras el discurso de Zúñiga, que provocó gestos de rechazo por una cuestión de forma en numerosas delegaciones, sonrisas en la de EE UU y un ostentoso abrazo del embajador Paguaga, los cubanos hicieron uso de sus derechos de réplica para advertir a los nicaragüenses que "el pueblo cubano nunca olvidará esa traición". "Utilizar a un personaje tan siniestro como lo es Zúñiga para expresar el sentir de la política nicaragüense respecto a Cuba es una provocación", arguyeron los cubanos.
Los representantes de La Habana recordaron que "hubo una época en la que los pueblos cubano y nicaragüense estaban hermanados" y que "muchos asesores y médicos cubanos ayudaron al pueblo de Nicaragua a superar la tragedia somocista". Cuba remató su turno de réplica con el pésame al pueblo de Nicaragua por la "vuelta al poder de los nostálgicos del somocismo".
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