El Mallorquín "bailó y festejó" la muerte de Ricardo con gritos de "¡Arriba España!"

Víctor Diego García, un amigo de la víctima del llamado crimen de Costa Polvoranca, que costó la vida de una cuchillada en el corazón a Ricardo Rodríguez, dejó ayer helados a los asistentes al juicio que se celebra en la Audiencia de Madrid contra siete personas. Diego García, de 19 años, comentó al tribunal que nunca olvidará aquella terrible imagen. Una imagen en la que José Cristóbal Castejón, El Mallorquín, "bailaba alrededor del cuerpo de Ricardo", agonizante e inmóvil, "al tiempo que profería gritos de "¡Arriba España!" y se jactaba de "haber matado a dos guarros".

Con el término de "guarros" identificaba el grupo de rapados acusados de la muerte de Ricardo, ocurrida en la zona de copas de Costa Polvoranca el 21 de mayo de 1995, a los punkis que frecuentaban el bar La Puta Calle. Adyacente a La Puta Calle estaba el pub Donqui, donde estaban ese día los rapados y frente a cuyas puertas se desató la mortal y salvaje agresión.Ayer se celebró la quinta sesión del juicio, que se inició el pasado martes. Ya han prestado declaración los siete acusados y 10 testigos. Pero aún quedan por desfilar ante el tribunal otros 55 testigos, inluidos los forenses y policías que investigaron el caso.

Los abogados de la familia de Ricardo solicitaron ayer al tribunal que se abran diligencias por falso testimonio contra cuatro testigos, todos ellos amigos de los encausados. Uno de estos testigos es Rebeca Alonso, ex novia de El Mallorquín. Al día siguiente del crimen, varios miembros de la pandilla de rapados que capitaneaba El Mallorquín se reunieron en un parque y hablaron, con el arma homicida -una navaja- hincada en la tierra, sobre la agresión.

Aunque hay varias versiones, algunos testigos han declarado que en ese encuentro El Mallorquín se jactó de ser el autor de las dos cuchilladas (una en el corazón de Ricardo y otra en el muslo de Raúl Tomillo, amigo de la víctima) que se produjeron durante la tumultuosa y desigual riña. Rebeca indicó ayer que ella no estuvo en esa reunión, en la que se decidió quemar la navaja y tirarla a una alcantarilla. Sin embargo, dos de los asistentes a la reunión afirmaron ayer que Rebeca sí estuvo con ellos. Fue una de las contradicciones que llevaron a los abogados de la acusación a pedir que se abran diligencias contra ella por mentir en el juicio. Rebeca admitió, a preguntas de los abogados de la familia, que su ex novio le confesó en los días siguientes que había dado dos cuchilladas y no sólo una.

La testigo aseguró que, tras la bronca, el portero del Donqui, David García, comentó a ella y otros amigos que él había asestado "a un guarro" un navajazo en el pecho. El Mallorquín culpa al portero del Donqui de la cuchillada a Ricardo. David lo niega. El Mallorquín sólo admite haber dado un navajazo en la parte trasera del muslo a Raúl Tomillo, amigo de Ricardo. Pero niega ser el autor de la cuchillada mortal contra Ricardo. Javier Saavedra, abogado de El Mallorquín, también pidió ayer al tribunal que abra diligencias por falso testimonio contra José Manuel Alonso Niso, amigo del fallecido.