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Ginesa Ortega defiende los aires de renovación en el flamenco actual

La cantaora barcelonesa presenta 'Siente', su nuevo disco

En el mundo del flamenco soplan vientos de cambio. Una oleada de jóvenes voces está aportando savia nueva mientras intentan alejarse de las disputas entre ortodoxias y heterodoxias. Ginesa Ortega es una de esas voces de las que va se habla con superlativos, y para confirmar esa ascensión acaba de aparecer su nuevo disco, titulado Siento (Harmonia Mundi). Hoy, Ginesa Ortega presentará su nuevo trabajo en el FNAC madrileño (19.00), el 17 lo hará en la sala Bikini de Barcelona, y el 5 de mayo en el Queen Elizabeth Hall de Londres.

Siento recoge nueve cantes en los que Ginesa Ortega ha contado con la colaboración del guitarrista Chicuelo, el mismo que le acompañará en sus actuaciones de presentación. A pesar de las pequeñas aportaciones instrumentales de Carles Benavent, Jorge Pardo, Joan Albert Amargós y Tino di Geraldo, Ginesa Ortega afirma con rotundidad que el suyo es un disco de flamenco puro. "Lo es y lo quería así para sacarme la espinilla después de haber hecho tantas travesuras", explica la cantaora pronunciando la palabra travesuras con una cierta malicia en la mirada ya que pocos se atreverían a tachar de travesuras su interna cionalmente premiadas interpreta ciones de Falla o García Lorca con la Orquesta de Cámara Teatre Lliure o su participación, también premiada, en espectáculos de La Fura dels Baus, por nombrar sólo dos. "Después de todas estas experiencias, y aunque parezca una frase trillada, me apetecía volver a las raíces del flamenco. A pesar de haber participado en cosas tan di versas, el flamenco siempre ha es tado en el centro de todas ellas y si he colaborado con el Lliure o con La Fura ha sido porque yo era una cantaora de flamenco. Siento no es un disco de flamenco ortodoxo pero tampoco se aparta tanto".Ginesa Ortega nació en 196-7 en el norte de Francia en el seno de una familia gitana que, a los pocos meses, se trasladó a vivir a Cornellá, población cercana a Barcelona. Ginesa creció entre cantes y a los 12 años debutó como cantaora. "El flamenco es la vida", afirma con su habitual aplomo. "El flamenco es una forma diferente de vivir, de ver el mundo, que no puede explicarse con palabras, algo así como una religión. Si al levantarse por la mañana pones la radio y te sale una bulería ya te ha alegrado todo el día, aunque, la verdad, es que es difícil que eso suceda porque hay muy poco flamenco en la radio o en la televisión. El flamenco no es comercial pero, por suerte, los mestizajes, el nuevo flamenco y todo eso, están abriendo nuevas puertas. El único miedo es que se trate sólo de una moda y desaparezca dentro de tres o cuatro años".

Ese acercamiento a diversos frentes hace que Ginesa vea las guerras entre flamencólogos como algo distante e innecesario. "Cuando hablan de mí, los ortodoxos dicen que yo no soy ortodoxa y los modernos que no soy moderna. Pretender que el flamenco actual sea como el de 1800 es una barbaridad porque nada es igual".

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