Los rebeldes zaireños rechazan al nuevo primer ministro

Los rebeldes zaireños anunciaron ayer que el nombramiento de ÉtiénneTshisekedi como primer ministro no les va a hacer cambiar de idea respecto a la necesidad de derrocar al presidente Mobutu Sese Seko y afirmaron su decisión de seguir luchando con ese propósito. "No cambia nada", explicó Mwenze Kongolo, comisario de justicia de la rebelde Alianza de Fuerza Democráticas, a la agencia Reuter. "Nuestro propósito es echar Mobutu y seguiremos hasta que lo hayamos conseguido".El presidente, por su parte, ratificó la decisión del Parlamento de colocar a su archienemigo como jefe del Gobierno de transición, según informó anoche la radio estatal. Hace cuatro años, Mobuto destituyó a Tshisekedi como primer ministro.

En declaraciones a la prensa, la alianza aconsejó a Tshisekedi que rechazara el puesto al opinar que cualquiera que sirva bajo Mobutu no podrá tomar parte en un futuro Gobierno de transición dirigido por los rebeldes, la principal exigencia de este grupo y de su líder, Laurent Kabila. Según los rebeldes, que ya controlan una cuarta parte del país, si Tshisekedi "quiere conducir una nave a la deriva, le hace falta aprender a nadar, ya que se va a hundir". Esas declaraciones no sólo echan agua fría sobre el mesurado mensaje de esperanza que intentaban transmitir los partidos de oposición al designar para el cargo al peor enemigo del presidente Mobutu, sino que reavivan la caótica situación de guerra en la que vive el país.

La oposición zaireña nombró primer ministro a Tshisekedi, un político muy popular de 64 años, en un intento de encontrar un interlocutor capaz de encaminar al país hacia unas negociaciones con los rebeldes de mayoría tutsi. Sustituye a Kendo Wa Dondo, que dimitió hace dos semanas tras perder un voto de confianza en el Parlamento por la incapacidad de su Gobierno de resolver la crisis y parar el avance de los rebeldes. Tshisekedi, que ha abogado por negociaciones de paz con Kabila, siempre se ha considerado el legítimo primer ministro, ya que fue elegido en 1992 por el Parlamento de transición de Zaire y destituido por Mobutu, dos años después.