La salvación de un cedro
Entre las modificaciones introducidas por el Ayuntamiento en su corrección de errores del nuevo plan de urbanismo figura una que protege el futuro de un Cedrus deodara de 17 metros de altura y 2,5 de diámetro. La reiterada petición de los vecinos ha encontrado por fin su recompensa: el cedro centenario del paseo de La Habana, 182, ha sido incluido -mediante corrección de errores- en el catálogo de árboles protegidos. Situado en un solar donde próximamente se van a edificar unas viviendas, el concejal de Medio Ambiente, Adriano García-Loygorri, prometía el pasado 17 de febrero que haría "lo posible" por salvarlo. Al día siguiente, la promotora encargada de la construcción en la parcela donde vive el cedro afirmaba que sólo les quedaban por vender dos viviendas del futuro bloque, aún sin construir, con precios de alrededor de 75 millones cada una. Loygorri, para conservar el árbol, proponía un retranqueamiento, una modificación del proyecto. Pero en la promotora opinaban de forma distinta: "El Ayuntamiento verá lo que quiere hacer, si talarlo o trasladarlo". Porque su permanencia allí era incompatible con la edificación de unos pisos ya vendidos.Desde el departamento de Parques y Jardines, encargado del catálogo, se enviaba a los vecinos que defendían el árbol a la Junta Municipal de Chamartín, que podía subsanar el error. Efectivamente, el cedro respondía a los requisitos para considerarlo singular: a pesar de no estar protegida su especie, tenía una edad superior a los cien años, perfectas dimensiones y salud. Pero los vecinos afirmaban que nadie en Chamartín respondía a sus demandas. Es más, en el último pleno de la Junta, el portavoz socialista, Gerardo Crespo, solicitaba un informe sobre el árbol. No obtuvo respuesta alguna del equipo municipal.
