Dimite el presidente de los conservadores escoceses
La moral del partido conservador británico sufrió ayer un nuevo golpe. La dimisión de Michael Hirst, presidente del partido en Escocia, aceptada ayer por el primer ministro, John Major, viene a poner un amargo colofón a las idos primeras semanas de campaña que se han saldado con sucesivos descalabros publicitarios para los tories. Hirst, de 51 años, casado y padre de tres hijos, explica en su carta de renuncia que abandona el cargo debido a una "indiscreción" sobre su vida privada que pude dañar al partido y a su propia familia. La prensa sensacionalista británica vincula el asunto a una cuestión homosexual.Lamento profundamente estas circunstancias que han causado gran pesar a mi familia y que, me temo, podrían resultar sumamente embarazosas para el partido en el presente clima", explica el ex presidente de los conservadores escoceses en su carta.
El pasado lunes, otro relevante tory escocés, Allan Stewart, se retiró de la contienda electoral después de que un tabloide le acusara de mantener una relación secreta con una mujer casada.
Hirst, presidente tory en Escocia, pero no diputado -perdió su escaño en las elecciones de 1987-, era la persona idónea para sustituir a Stewart como candidato por Glasgow Eastwood, prácticamente el único bastión conservador en toda Escocia.
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