Yeltsin confiesa ante los Iíderes de la CEI la pérdida de influencia de Rusia en las antiguas repúblicas soviéticas

El líder ruso, Borís Yeltsin, ha expresado abiertamente su preocupación por la pérdida de influencia económica, política y militar de Rusia en el espacio postsoviético en provecho de terceros países ante los dirigentes de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), que celebraron el viernes una cumbre en Moscú para conmemorar -con más de tres meses de retraso- el quinto aniversario de la creación de esta entidad supranacional en diciembre de 1991."Creo que hay que dedicarse más a los temas de seguridad, de desarrollo de la cooperación militar", dijo Yeltsin en una alocución. dirigida a sus colegas y difundida el viernes por la noche a instancias del presidente de Kazajstán, Nursultán Nazarbayíev. "Tanto más", prosiguió Yeltsin, "cuanto continúan los intentos de crear ciertos centros de fuerza en el espacio postsoviético". Como ejemplo de sus palabras, el dirigente se refirió a "Ias maniobras alrededor del [mar] Caspio" sin dar detalles.

En la zona del Caspio se manifiestan hoy conflictos de intereses para controlar la explotación de los ricos yacimientos de petróleo v Rusia es muy sensible al papel que desempeñan las empresas petroleras occidentales en Azerbaiyán y Kazajstán. "Para Rusia, y creo que para ustedes es absolutamente inaceptable la consolidación de las fuerzas que tienen una orientación antiintegradora y antirrusa", señaló Yeltsin, que constató una reducción a más de la mitad del volumen comercial entre los países e la CEI desde 1990 hasta la actualidad.

En contraste con anteriores locuciones con predominio del tono triunfalista y retórico, Yeltin trazó esta vez un balance negativo del desarrollo de la CEI y planteó a los dirigentes de los 12 países miembros el dilema entre intregrarse más con Rusia o convertirse en proveedores de materias primas para otros países.

Las palabras de Yeltsin adquieren su verdadera dimensión sobre el telón de fondo de ampliación de la OTAN, así como ante los temores del Kremlin a verse confrontado con la extensión de la Alianza a algunas de las repúblicas ex soviéticas. El presidente ruso pidió a sus colegas que se definieran también en cuestiones de seguridad.