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El IRA entra en la campaña británica con dos bombas cerca de Manchester

El IRA dejó oír su voz ayer en la campaña electoral británica colocando dos bombas en la línea férrea próxima a Wimslow, una pequeña localidad cercana a Manchester, en el noroeste de Inglaterra. Aunque las explosiones, precedidas por llamadas de aviso utilizando el código habitual de los Provisionales, no causaron heridos ni daños de consideración, el caos fue la consecuencia inmediata al quedar interrumpidas las comunicaciones férreas en la zona durante la mayor parte del día.

Otro supuesto atentado se produjo en Coalisland, al oeste de Belfast, en Irlanda del Norte, al estallar un artefacto junto a una comisaría. Un joven de 19 años resultó gravemente herido de bala en el estómago después de que una muchedumbre "hostil", según la policía, se concentrara ante la comisaría tras la explosión y un agente abriera fuego.El primer ministro, John Major, consideró los atentados de Manchester como un insulto a la democracia y reclamó del Sinn Fein, partido que representa al IRA, una inequívoca condena.

Artificieros del Ejército y policía antiterrorista tomaron ayer la pequeña ciudad de Wimslow (Cheshire), próxima a Manchester, tras la explosión de las dos bombas a las 6.30 y a las 7.00 horas de ayer en la vía férrea próxima a la estación local. Esta vez, los avisos habían llegado de forma poco habitual. El primero, anunciando la existencia de una bomba en la comisaría de policía, fue recibido por una mujer en su domicilio privado. El segundo, que venía a rectificar el emplazamiento de la bomba, precisando que estaba colocada en la estación, fue recibido por una segunda persona y permitió a la policía desalojar la zona, interrumpiendo la evacuación de la comisarla y domicilios adyacentes. Tras el estallido de la primera bomba, y cuando bomberos y policía procedían a acordonar el tramo de vía, se produjo la segunda explosión a unos cientos de metros de distancia.

El servicio de trenes quedó interrumpido durante toda la jornada, mientras los vecinos de Wimslow afrontaban un considerable caos local, sobrecogidos por el atentado. La ciudad está situada a sólo 30 kilómetros de Warrington, donde similares bombas colocadas por el IRA en marzo de 1993 mataron a dos niños de 3 y 12 años.

El atentado provocó la condena general de los partidos británicos embarcados en una larga campaña electoral. Pero el Sinn Fein, a través del número dos del partido, Martin McGuinness, se negó a condenar el atentado. "La responsabilidad de las bombas la tienen quienes las colocan", dijo McGuinness en tono críptico.

El candidato del Sinn Fein por Mid-Ulster acusó al Gobierno de Major de hacer un uso selectivo del término "condena". "Ningún Ejecutivo británico ha condenado todavía la muerte de 14 civiles en el Bloody Sunday [Domingo Sangriento] de 1972", ocurido en Londonderry, dijo.

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