El Gobierno justifica el despliegue policial de la boda de Cascos por el temor a ETA
El Gobierno, a través de una respuesta a una pregunta parlamentaria de Izquierda Unida, ha justificado con "la existencia de una amenaza terrorista" el importante dispositivo policial montado en Córdoba durante la boda del vicepresidente Francisco Álvarez Cascos, el 19 de octubre pasado.El dispositivo vino impuesto, según el Gobierno, "por la necesidad de garantizar un nivel adecuado de protección no sólo a los altos cargos, sino también a la seguridad general de la ciudad, que requería además una atención específica teniendo en cuenta el precedente no muy lejano de una acción terrorista en Córboba y la existencia concreta de amenaza terrorista para la ocasión".
El Ejecutivo sostiene también que gran parte de los efectivos policiales empleados para proteger la ceremonia matrimonial habrían desempeñado igualmente ese día su cometido. "Corresponde al despliegue ordinario de un día cualquiera, que en una fecha o momento determinado orienta su actividad a la protección de un evento específico, sin descuidar otras obligaciones", señala la respuesta del Gobierno.
La diputada Rosa Aguilar, de IU, pone en duda la contestación del Gobierno a su pregunta, al entender que el despliegue policial en Córdoba debiera haber sido mayor si la amenaza de ETA fuera cierta. "Es una irresponsabilidad asustar a una ciudad y decirle varios meses después que estaba amenazada, creando una alarma, social injustificada", argumenta Aguilar.
