Alcaldes de Móstoles

Nuestra enhorabuena, señor alcalde. Ha llegado a nuestras manos una agenda de lo más original. No figuran en ella ni año ni días de la semana, sólo un escueto nombre del mes y debajo todo seguido en líneas muy juntitas todos los días del 1 al 30 o 31.¡Lástima! Con lo bien que le había salido a usted ese discurso del Día de la Mujer y ¡lo guapo que estaba en la foto! Lo de no dejar espacio en cada día del mes para tomar notas suponemos que lo ha hecho usted por nuestro bien. Porque, vamos a ver, es una agenda para mujeres, ¿no?, pues está claro. Las mujeres no tenemos que tomar notas de nada. Lo nuestro es la rutina del hogar, la pasividad, la espera tranquila y sosegada. Somos diferentes y por eso ha hecho usted una agenda diferente a ésas que usted regala a sus ejecutivos en Navidad. Y lo de no poner el año será para que nos dure toda la vida, sin pasarse de moda. Porque a nosotras eso de la moda nos importa muchísimo. Pero luego nos enternece con unas exóticas imágenes de mujeres y en el dorso de cada una de ellas biografías de otras mujeres que en lugar de dedicarse al hogar, se han dedicado a luchar por nuestros derechos.

A éstas de las biografías sí que les hubiera regalado usted la agenda de ejecutivas. La verdad, que los alcaldes de Móstoles siguen distinguiéndose por su originalidad, desde los liberales del XIX a los socialistas del XX.

De todas formas, y ahora en serio, no se meta usted en camisas de once varas y deje las cosas de las mujeres en nuestras manos. Porque esa agenda de mujer se ha publicado otros años en Móstoles, con mucha originalidad, de marzo a marzo, y con un gran mensaje. Deje usted que sigan siendo las mujeres las que la confeccionen. ¡Zapatero, a tus zapatos!-