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Apertura de un bingo en un edificio de uso cultural

El bingo Lisboa, en el número 152 del paseo de Extremadura, inaugurado el jueves, ha sustituido a un viejo cine de forma ilegal. Según las normas urbanísticas, un edificio cultural no puede cambiar de uso. Los vecinos del distrito de Latina han denunciado el hecho. Para que el bingo tuviera todos los permisos sería necesario que, de alguna manera, complementara esa actividad con la proyección de alguna película. El concejal del distrito, Antonio Moreno, así lo cree: "Han asegurado que tienen unos proyectores", dijo el pasado viernes. Sin embargo, las únicas pantallas que posee son aquellas desde donde los clientes siguen la extracción de las bolas.El inmueble posee un aparcamiento subterráneo exclusivo para clientes y una capacidad para unas 500 personas, que ocupan por lo general el antiguo patio de butacas y un altillo. La sala dispone de varias pantallas y marcadores digitales que siguen la extracción de las bolas y un bar oculto desde el que sirven camareros directamente a las mesas.

Los cartones cuestan 300 pesetas. El pasado jueves, a eso de las seis de la tarde, jugaban en esta ala unas 80 personas.Los empleados de la sala reconocieron el jueves que ahí no había ningún proyector para películas, que aquello "sólo era un bingo". El antiguo cine, reivindicado ahora por los vecinos del distrito, funcionó hasta mediados de 1992.

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