Francia castigará a las televisiones con 'minutos en negro'

La Asamblea Nacional francesa decidió ayer que el Consejo Superior del Audiovisual (CSA), el organismo independiente que vigila los contenidos de la programación, tendría en el futuro un auténtico poder sancionador: de uno a diez minutos de suspensión, es decir, de pantalla en negro, en horas de alta audiencia, para la cadena que cometiera una falta grave. El CSA cuenta con nueve miembros, nombrados por los presidentes de la República, la Asamblea Nacional y el Senado. El presidente es designado por el Jefe del listado francés.La decisión de los diputados sorprendió al propio ministro de Cultura, Philippe Douste-Blazy. El ministro había afirmado, la víspera, que dotar al CSA del "arma de la pantalla en negro sería la bomba atómica". Pero la Asamblea decidió que las sanciones económicas no eran lo bastante ejemplares y que la suspensión de emisión, acompañada de la emisión previa de un comunicado del CSA, sería perfectamente percibida por todo el mundo.

Con sus minutos en negro (hasta un máximo de 10), el CSA podrá castigar, por ejemplo, excesos de sexo y violencia en "horario familiar" (hasta las 11 de la noche), contenidos ofensivos o emisión de publicidad por encima de los límites establecidos.

Por otra parte" los diputados franceses también acordaron conceder a las plataformas numéricas un plazo de tres años para hacer compatibles sus descodificadores. Esa decisión obligará a negociar a las tres empresas que compiten en el sector. La decisión parlamentaria sobre descodificadores fue adoptada como complemento a una anterior enmienda al proyecto de ley sobre medios audiovisuales. En esa enmienda, los diputados habían decidido anular el contrato en exclusiva firmado por una de las plataformas, TPS, con las dos cadenas públicas. TPS es la plataforma en la que participan financieramente las empresas públicas France 2 y France 3. Aprovechando sus intereses comerciales comunes, la corporación pública France Televisión firmó con TPS un contrato de exclusividad.

La otra gran plataforma numérica, Canalsatellite (participada por Canal +) había exigido su derecho a incluir en su oferta las emisiones de los canales públicos. La Asamblea Nacional aprobó la enmienda del diputado socialista Didier Mathus, quien afirmó que "las cadenas públicas, financiadas por los impuestos, debían ser accesibles al público más amplio posible" y decidió que, en el plazo de tres años "suficiente para asegurar el lanzamiento, de TPS", CanalSatellite podrá incluir a las públicas en su oferta. TPS declara 80.000 abonados, mientras CanalSatellite, que empezó a emitir ocho meses antes que su gran rival, dice haber alcanzado los 400.000. La tercera en. discordia, la pequeña ABSat, acaba de nacer y ha llegado a un acuerdo con CanalSatellite sobre descodificadores.