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Barrionuevo recuerda que Anguita le indicó que estaba "bien" lo de los GAL

La guerra sucia contra ETA sigue cobrándose víctimas, al menos sobre el papel. La última, Julio Anguita, líder de IU, al que el libro Gal: punto fmal, del periodista Eliseo Bayo, sitúa en aquellos años, cuando era alcalde de Córdoba, en posiciones distintas a la que en estos momentos sostiene. "Oye, esto de los GAL está muy bien", le habría dicho Anguita al entonces ministro del Interior, José Barrionuevo.

El ahora ex ministro, procesado por el caso GAL, recordó ayer en la presentación del libro que Anguita tenía entonces una actitud "amistosa y favorable" y en cualquier caso "distinta" a la actual. Anguita también se acuerda de aquel almuerzo. Ayer, en los pasillos del Congreso, respondió: "Recuerdo perfectamente aquel almuerzo por lo que entonces dijo Barrionuevo: "no puedo con la Guardia Civil". El líder de Izquierda Unida, añadió que toda la "historia le producía "cachondeo y ganas de vomitar".Además de José Brrionuevo, a la presentaciçón del libro acudieron algunos de los principales encausados en los procesos generados por la guerra sucia, como Rafael Vera o el abogado Jorge Argote. El ex ministro José Luis Corcuera, bajo cuyo mandato ya no existían los GAL pero que se ha visto salpicado por el escándalo de los fondo reservados, también estuvo presente. El general Enrique Rodríguez Galindo, al que se esperaba, excusó su asistencia.

Varios de ellos -Vera, Galindo y Ángel Guerrero, un importante colaborador de Interior en Francia- son las principales fuentes de información con las que Eliseo Bayo, un veterano periodista antifranquista, ha redactado un alegato en defensa de los encausados. Ni ellos crearon los GAL, ni les dieron cobertura de ningún tipo, sino que fueron quienes desmontaron la estructura conspirativa que hizo posible la guerra sucia. Y ellos mismos a su vez, son víctimas de una conjura de periodistas venales, jueces y fiscales prevaricadores, financieros corruptos y militares traidores, amparados por políticos ambiciosos dispuestos a acabar a cualquier precio con la carrera política de Felipe González, afirma el libro.

Bayo hace pronto el diagnóstico: "Es una guerra de destrucción mutua. O ellos o los jueces". Así lo afirma en la introducción, y en el libro hay material abundante para probarlo.

Desde Anguita y el fiscal Ignacio Gordillo, pasando por Baltasar Garzón, Pedro J. Ramírez, Mario Conde, Juan Alberto Perote, Javier Gómez de Liaño, José Amedo o Michel Domínguez, hay cargos serios para todos

Los supuestos muñidores de la trama quedan piadosamente envueltos en la bruma conspiratoria: son aquellos que no soportaron la victoria del PSOE en las elecciones generales de 1993 y decidieron desenterrar los GAL para acabar con una hegemonía socialista al frente del poder a la que no se le veía el fin.

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