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GENTE

DROGA CIBERNÉTICA

Laurens van Rens, un holandés de 26 años, creyó que había tenido una luminosa idea. Si en Holanda se pueden comprar drogas blandas, ¿por qué no hacer partícipe de esta libertad al resto del mundo?, pensó. Así que, junto a dos amigos, abrió hace poco menos de un año una especie de coffeeshop cibemético. A golpe de ratón de ordenador, cualquier ciudadano del mundo podía solicitar un gramo de marihuana o hachís, y Van Rens, tras aprovisionarse en un auténtico coffeeshop y recibir 25 dólares, se lo enviaba por correo. La policía holandesa ha dado al traste con su invento. El asunto infringe la ley, según las autoridades, que le han cerrado el negocio.-

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