_
_
_
_

Ray Davies regresa consagrado por los jóvenes como el padrino del pop británico

Los Kinks graban sus viejos temas en versión acústica para un álbum doble

Desatendidos por el público europeo en la última década, los Kinks retoman el protagonismo internacional que disfrutaron en sus orígenes Ray Davies, compositor de You Really Got Me, Waterloo Sunset y otros grandes éxitos de los sesenta, se alza hoy en padrino del nuevo pop británico. Un epíteto que acepta con resignación y celebra con un doble compacto con 29 canciones, To The Bone, en el que los Kinks graban viejos temas en acústico.

La rehabilitación de los Kinks comenzó en 1990 con su ingreso en el Rock and Roll Hall of Fame y se consagró de la mano de artistas como Damon Albarn, líder de Blur, que proclaman públicamente al grupo como una de sus principales influencias musicales. La respuesta de Ray Davies se concretó con una actuación en televisión de ambos cantantes. Desde entonces, para los contemporáneos de Albarn, Ray no sólo es uno de los mejores letristas británicos, sino que representa además la figura de padrino del brit-pop.A pesar de mostrarse halagado por su nueva fama, el hermano mayor de los Davies no se duerme en los laureles: componiendo basándome en la vida que hago hoy, sin pararme a meditar sobre mi pasado ni mi reputación", advierte.

Dos de sus recientes composiciones -Animal y To The Bone que presta título al doble compacto- aparecen en la nueva entrega. Al margen de algunos temas recogidos de actuaciones en directo, el resto de las 29 canciones se grabaron en sus estudios Konk de Londres, ante una reducida audiencia. En estas sesiones, al igual que en su actual gira en solitario, Ray anima al público a cantar con él los estribillos de éxitos como Lola,Sunny afternoon y, entre otros,Dedicated follower of fashion. Suhermano y consumado guitarrista, Dave, se muestra más recatado en Death of a clown, su única contribución como vocalista.

Según Ray, el disco no es "nostálgico", puesto que el resto de los Kinks -Jim Rofford,Bob Henrit e lan Gibbons- tuvieron que aprender la mayoría de los temas: "Me hicieron recapacitar sobre estas viejas composiciones y concentrarme en los arreglos", dice. Tampoco es la definitiva compilación del grupo, ya que quedan fuera Waterloo sunset, End of the season o Something else. "El doble mantiene su propio ciclo y funciona como una pieza. El que un tema sea un éxito no garantiza su entrada en To the bone", explica.

Ray tiene otros planes para Waterloo sunset, un tema que define como "único". Esta declaración de amor hacia Londres, su ciudad natal, será la base de un proyecto literario, el segundo que acomete desde la publicación de su original autobiografía, X-Ray. Come dancing, por otra parte, dará origen a un musical, como ya lo hiciera antes su libreto para Chorus girls.En conversación con la prensa internacional con motivo del lanzamiento del doble CD, Ray hace gala de un humor envenenado respecto a su eterno colaborador. "No odio a mi hermano Dave con mayor intensidad que al resto de la gente. Lo vigilo, cuido y confío en que desaparezca". Y respecto a las peleas y riñas entre los hermanos Gallagher, los portavoces de Oasis que mantienen la tradición iniciada por los Davies, Ray recuerda que "sin las broncas y encontronazos, ese chaval (Noel) no escribirá canciones buenas. Nos ocurrió lo mismo a Dave y a mí: cuanta más angustia, furia y agresión, mejores resultados tuvimos en los discos".

Ray confía en reunirse con su hermano y el resto de los Kinks a finales del año próximo para grabar otro disco. Antes el quinteto saldrá de gira, asegura Ray: "Me divierte tocar y actuar con ellos dentro de un orden caótico y enfurecido. Así debe ser un concierto de los Kinks".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_