Fantasía

El mercado, a nivel institucional, necesitaba soltar amarras y abandonar las limitaciones de una estrecha banda de fluctuación con un margen de sólo 20 puntos. Y lo hizo aprovechando el único argumento válido que tenía a mano, la solidez de Wall Street.El índice general de Madrid consiguió un nuevo máximo histórico y con ello obliga a los inversores a pasar de la relativa placidez del juego a corto, dentro de unos límites precisos, al arriesgado ejercicio de fantasía que supone hacer frente a lo desconocido. A partir de este nivel, sólo vale apostar en firme, y para eso hay que saber elegir, o esperar acontecimientos con el dinero en el bolsillo.

En el mercado de deuda se pusieron muchos reparos para considerar la situación como adecuada y tomar riesgos. Consecuentemente, se tomaron beneficios. La rentabilidad de la deuda a 10 años subió ligeramente y, lo que es peor, el diferencial con la deuda alemana crecía hasta 1,26 puntos, síntoma evidente de que la inversión Miraba con mejores ojos el entorno del marco.

La contratación del mercado continuo fue de 96.227 millones, una cifra más que aceptable a pesar de que la con centración era muy alta. Los esfuerzos ayer estaban muy concentrados y, al decir de algunos habituales, tenían nombres y apellidos. Pero hay que asumir la interpretación técnica del mercado y aceptar que el precio engloba todo aquello susceptible de modificarlo.