Abuso

Aun no siendo original el tema de esta carta, sí creo que sigue siendo del mayor interés: el mal uso y abuso que la Policía Municipal hace de su facultad para imponer multas. Cuando Madrid tiene infinidad de problemas con la circulación, al no ser respetado el código, doble fila, triple fila, estacionamientos en esquinas, ocupación de carriles bus o conducciones peligrosas, como no respetar pasos de cebra, obviar semáforos en rojo, etcétera, se supone que los citados agentes están con su presencia, para paliar, en la medida de sus posibilidades, las, negativas consecuencias de estas conductas para el tráfico. Pues no, se encuentran apostados tranquilamente, con fines recaudatorios, en aquellos lugares de circulación fluida, no conflictivos y con la seguridad total de que ni los propios autobuses municipales no sobrepasan los 50 kilómetros por hora. Por ejemplo, en la avenida de Córdoba. El negocio es total. Comprendo que las multas son necesarias para financiarse, que en en el casco urbano no se ha de pasar de 50 kilómetros por hora. Pero en esto, como en muchas otras facetas de la vida, se ha de ser flexibles y no castigar, aunque estén en su derecho, conducciones que no suponen peligro para la seguridad vial y entorpecimiento del tráfico. Por último, y como colmo del cinismo y mal gusto, es que te digan en la notificación de la multa que ésta no ha sido entregada en mano por no entorpecer la fluidez del tráfico (un festivo, a las dos de la tarde).-