Mariscal cree que las quejas de Úrculo sobre el Gobierno se refieren sólo a la falta de medios

La ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante, manifestó ayer en Tarragona, donde visitó el Colegio de Abogados, que no cree que el fiscal general del Estado, Juan Cesáreo Ortiz Úrculo, se sienta abandonado por el Gobierno tras la forzada renuncia de Luis Manuel Poyatos al cargo de fiscal jefe de la Audiencia Nacional. Según ella, las manifestaciones que Úrculo hizo el viernes se referían únicamente a la falta de medios materiales del Ministerio Fiscal, comprensibles, dijo, en un año de restricciones presupuestarias.Ortiz Úrculo dijo el viernes en una tertulia periodística que se sentía "solo ante el peligro" y que el Gobierno no sólo no le daba órdenes sino que le había "abandonado", lo que se interpretó cómo una queja tras la crisis desatada por la renuncia del fiscal Luis Poyatos al puesto de fiscal jefe de la Audiencia Nacional tras desvelarse su pertenencia a una orden ultra conservadora. En la misma tertulia, Úrculo se lamentó de que algunos fiscales no tenían "ni una mesa para trabajar" y enumeró otras carencias del Ministerio Público.

"Después de leer todos los periódicos, creo que el fiscal general se refería a una situación anterior de medios materiales del Ministerio Fiscal, pero el Gobierno ha hecho grandes esfuerzos para dotarle de los medios suficientes", dijo Mariscal de Gante.

Mariscal añadió que ni en estos últimos días ni desde el día en que juró como ministra de Justicia ha puesto su cargo a disposición de José María Aznar

Asimismo, se mostró contraria a la propuesta realizada el viernes por su antecesor en Justicia, Juan Alberto Belloch, para que determinados juicios con jurado se realicen fuera del País Vasco. Según la ministra, pese a la reciente sentencia absolutoria por el asesinato de dos ertzainas, en el País Vasco tiene que aplicarse la misma metodología judicial y la fórmula del jurado que en el resto de España.

Mariscal calificó la sentencia absolutoria del caso Otegi de "incomprensible" y dijo que ha evidenciado los errores de la Ley del Jurado. "Una ley primero debe aplicarse y posteriormente corregir sus imperfecciones", señaló. En estas modificaciones, la ministra incluyó también la posibilidad de que instancias judiciales superiores puedan revocar sentencias absolutorias o condenatorias. Algo que, según diveros juristas, con la presente legislación es harto improbable.

"Lo que puedo adelantar" dijo, "es que uno de los defectos que tenemos detectados es el recurso de apelación, que es un tanto extraño porque es con motivos tasados". De todas formas, precisó que el Gobierno va "a esperar a la redacción de la sentencia, para ver qué es lo que ha hecho que se llegase a una resolución que ha causado tanta alarma social".