El alcalde de El Escorial reconoce el impacto de la nueva circunvalación, pero la admite porque es útil
El Escorial (8.500 habitantes) espera que el nuevo Plan General de Ordenación Urbana le saque de su letargo urbanístico. El desarrollo del pueblo lleva más de diez años empantanado porque la Ley del Suelo vigente, aprobada en la década de los setenta, ya no da más de sí. Con el nuevo plan, aprobado por la Comunidad a finales de enero, se duplicará la población en 10 años y se construirá una autovía de circunvalación, proyecto este impuesto por el Gobierno regional del PP. El PSOE, desde la oposición local, califica esa obra como 'faraónica, exagerada y antiecológica". El PP local lo admite, pero supedita la tala a la "utilidad" de la futura carretera.La autovía arrancará del también futuro y polémico desdoblamiento de la carretera M-600 (que conecta El Escorial con la carretera de La Coruña) y se unirá a la carretera de Galapagar (M-505). El alcalde, Javier de Miguel, del PP, reconoce que la obra puede afectar al entorno, pero supedita los posibles destrozos a la necesidad de mejores infraestructuras para el pueblo: "Si hay que cortar algunos árboles, se hará".
El nuevo planeamiento urbano supone una auténtica cirugía urbana: 8.000.millones de inversión, en obras, 2.700 nuevas viviendas y una población que doblará a la de hoy de aquí a. 10 años. El mayor paquete de terrenos recalificados está en el casco urbano, en una zona bautizada como El Ensanche. Serán 80 hectáreas de terrenos urbanizables, donde se levantarán 1.500 nuevas viviendas. También habrá un polígono industrial de 10 hectáreas. Por otro lado, el nuevo plan frena el crecimiento en las urbanizaciones.
Por otro lado, el Ayuntamiento aprobó ayer en, pleno los presupuestos para 1997. La cifra acordada es de 1.080 millones, unos 150 más que el pasado año (13,8% más). Del presupuesto total, 300 millones se invertirán en obras y unos 500 cubrirán los gastos de personal. Con el resto, algo más de 200, se pagará el mantenimiento de las instalaciones municipales y las deudas.
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