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Guadalajara rechaza las dos presas que pretende Ruiz-Gallardón

Vicente G. Olaya

El Gobierno de Castilla-La Mancha no ve con buenos ojos el proyecto del Ejecutivo de Alberto Ruiz-Gallardón de construir dos grandes embalses en la provincia de Guadalajara para abastecer a la Comunidad de Madrid. Los dos pantanos, que se enclavarían en la sierra de Ayllón, regularían los ríos Jarama y Sorbe e inundarían los enclaves denominados Matallana y Pozo de los Ramos. Según Alejandro Gil, director general de Aguas del Gobierno socialista de Castilla-La Mancha, "los embalses inundarían zonas medioambientales muy sensibles".

Castilla-La Mancha condiciona los pantanos a su impacto ambiental y al abastecimiento de Guadalajara

Si los planes del gobierno madrileño son aceptados por la Confederación Hidrográfica del Tajo -organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y que decidirá si se construyen o no los embalses-, sobre la cabecera del jarama se levantaría una presa de 150 hectómetros cúbicos, y sobre la del Sorbe, otra de 140 hectómetros. (véase EL PAÍS de ayer).La Comunidad de Madrid cuenta además con una concesión desde 1954 para trasvasar 100 hectómetros cúbicos desde el Sorbe a Madrid. Actualmente, y dado que carece de embalse en la zona, no puede llevar a cabo el trasvase.

Este río, con una caudal de 160 hectómetros, es el que abastece de agua a Guadalajara y Alcalá de Henares, poblaciones que no están adheridas al Canal de Isabel Il.

El director general de Aguas de Castilla-La Mancha comentó al respecto: "Al proyecto del pozo de los Ramos [el embalse sobre el Sorbe] no nos opondremos si se cumplen unas condiciones: el abastecimiento de Guadalajara y de la comarca tiene que tener prioridad, ya que si Madrid trasvasase el agua dejaría a la zona sin recursos hídricos. El río Sorbe es el único que suministra agua a esta zona y no hay alternativas posibles. Además, el embalse no podría sobrepasar los 70 hectómetros cúbicos de capacidad, porque un tamaño mayor causaría daños irreparables. Y, por último, el proyecto debe estar sometido a un informe de impacto ambiental y éste debe ser positivo".

Con respecto al pantano del Jarama (presa de Matallana), Alejandro Gil recuerda que ya en 1995 el Ministerio de Obras Públicas desechó este proyecto, con el que también soñó el gobierno de Joaquín Leguina. Obras Públicas, cuyo titular era entonces el socialista José Borrell, rechazó su construcción por el enorme impacto ambiental que causaría.

Matallana, no

"Por eso en Matallana", dice Gil, "no puede construirse el embalse. Tendrán que buscar un lugar alternativo. Todo parece indicar que quieren levantarlo en la cola de El Vado [pantano ya existente a 10 kilómetros de Matallana]. Si los informes medioambientales fuesen positivos, no pondríamos pegas

El director general de Aguas de Castilla-La Mancha considera además que Madrid no necesita más pantanos. "Creo que están bien abastecidos con los pantanos que tienen. En eso coincido con las declaraciones de las asociaciones ecologistas, pero, bueno, eso es algo que la Comunidad de Madrid debe decidir. Ellos cuentan con la posibilidad de abastecimientos alternativos, cosa de la que nosotros carecemos".

La Confederación Hidrográfica del Tajo dará a conocer esta semana a las administraciones madrileña y de Castilla-La Mancha sus planes definitivos.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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