Pujol denuncia una maniobra para separar Unió de Convergència y lanzarla en brazos del PP

La denuncia de maniobras "desde dentro, y fuera" de Cataluña para romper la coalición de Convergència i Unió (CiU) realizada el lunes por Jordi Pujol no fue una improvisación. El líder de CiU dio ayer un paso más en la misma dirección y explicó que el objetivo de estas supuestas maniobras es asociar Unió Democrática al Partido Popular (PP), con la finalidad de implantar el bipartidismo español en Cataluña. Sin especificar quién promueve las maniobras, Pujol dijo, en una entrevista en COM Radio: "Hay gente que querría que Unió estuviera vinculada al PP y que en Cataluña quedara el bipartidismo PP-PSOE y después, como ornamentos, Esquerra Republicana, Iniciativa per Catalunya y Convergència".

Una recomposición como ésta en el sistema catalán de partidos llevaría aparejada la pérdida del peso e influencia de Convergència en el conjunto de España. En este esquema Convergència "volvería a verse reducida a un cuarto o quinto papel" en la clasificación política catalana, señaló Pujol. Y dijo "volvería" porque ésta fue la situación que se dio ya un Cataluña en las dos primeras elecciones legislativas del restablecimiento de la democracia: las de 1977 y 1979. La primera fuerza del centro-derecha catalán no fue entonces CiU, sino la Unión de Centro Democrático (UCD) dirigida por Adolfo Suárez. Pero refundada, en 1979, con sectores centristas y democristianos catalanistas bajo el nombre de Centristes de Catalunya-UCD.Pujol expresó su convicción de que "éste es un esquema que Unió no quiere". Y subrayó que no estaba lanzando ningún reproche a sus aliados. Pero, entonces, ¿quién quiere? El presidente no lo dijo y éste será, si acaso, un nuevo paso que se reserva para otro momento en su denuncia de maniobras contra CiU.

Lo que sí indicó es que, fuera de Cataluña, "todo el mundo firmaría que CiU perdiera su independencia respecto de Madrid". Éste es, precisamente, uno de los principales argumentos con que los partidos nacionalistas justifican su existencia. Si se produjera la "normalización" de la vida política catalana con la española perseguida con estas maniobras, añadió ayer Pujol, "desaparecería la independencia que tenemos ahora Convergència y Unió respecto a los partidos españoles".

El líder de CiU estableció una vinculación indirecta entre estas explicaciones y la última crisis de la coalición. La maniobra contra CiU existe desde hace tiempo, según él, y se dirige en particular contra Convergència, porque es el más fuerte de los dos partidos. "De esto somos conscientes Convergència y también Unió, lo que pasa es que a veces no somos capaces de reaccionar", afirmó.

La denuncia de estas supuestas maniobras no impide que, al mismo tiempo, se mantenga la relación con el PP. El secretario general de CDC, Pere Esteve, se entrevistó ayer durante dos horas en la Moncloa con el del PP, Francisco Álvarez Cascos. Fuentes de CDC indicaron que en la "cordial y positiva" entrevista habían pasado revista a la colaboración entre ambas fuerzas. El convergente Joan Miquel Nadal, alcalde de Tarragona, dijo ayer en público lo que hasta ahora sólo decían en privado los dirigentes de ambos partidos que abogan por la separación: Unió y Convergència deberían presentarse por separado a las próximas elecciones municipales. Nadal sostuvo que ésta es la única forma de medir la fuerza de cada uno y lo que permitiría, posteriormente, rehacer el pacto conforme a los resultados conseguidos, informa Josep Garriga.

En cambio, la consejera de Justicia Núria de Gispert, que pertenece a Unió, rechazó la separación. Su opinión es que a ninguno de los dos partidos le interesa que Convergència "quede como unepartido ornamental y que Unió busque su salida pactando con otro partido". Advirtió que si se produce la ruptura "habría que ir a unas elecciones" autonómicas en Cataluña. En la polémica terció Aleix Vidal-Quadras quien tras explicar que se había entrevistado con Aznar hace 10 días aseguró que "está cantado" que CiU se resquebrajará. "El único problema es saber cuando", concluyó.