Aznar admite que hay dificultades para suprimir el derecho de asilo en la Unión Europea
El presidente del Gobierno, José, María Aznar, admitió ayer por primera vez que hay "dificultades" para que la Unión Europea suprima el derecho (le asilo para los nacionales comunitarios, aunque se mostró confiado en que al final se logrará un acuerdo. Aznar, que asistió en Bruselas a una cumbre de los líderes del Partido Popular Europeo, se mostró más cauto que nunca al abordar ese asunto. No quiso hacer comentarios sobre la posibilidad de que los países del norte de la UE quieran retrasar el ingreso de los del sur en la moneda única europea
José María Aznar coincidió e n la reunión con otros cinco jefes de Gobierno: el alemán Helmut Kohl, el belga Jean-Luc Dehaene, el irlandés John Bruton, el italiano Romano Prodi y el luxemburgués Jean-Claude Juncker. En rueda de prensa afirmó haber expuesto "con vehemencia" a sus colegas la reivindicación española sobre el asilo .Pero fue muy prudente al abordar ese asunto: "Quiero decir que, sabiendo que hay dificultades que vencer, espero que se llegue a una conclusión positiva al término de la Conferencia Intergubernamental sobre algo que me parece absolutamente esencial y elemental, que es que no puede haber derecho de asilo entre ciudadanos nacionales de países miembros de la Unión Europea. He obtenido una impresión favorable, muy comprensible y muy deseosa de ayudar a lo que es la posición española en ese punto", aseguró.El jefe del Gobierno español empleó un tono mucho menos eufórico que en otras ocasiones al abordar ese tema, sabedor de que en las últimas semanas parece haberse roto el consenso que existía sobre la supresión del asilo para los nacionales. comunitarios en el interior de la Unión Europea. No sólo organizaciones como Amnistía Internacional o ACNUR se han expresado rotundamente! en contra, sino que países como Irlanda, Suecia, Grecia, Portugal y, en menor medida, Francia y Holanda, han, mostrado reticencias y han puesto en duda la viabilidad de la iniciativa española, convertida por Aznar en el gran objetivo de su Gobierno en la reforma del Tratado de Maastricht.
Los líderes europeos analizaron las negociaciones de la Conferencia Intergubernamental encargada de la reforma, discutieron sobre la coyuntura económica y analizaron también cuestiones de cooperación judicial. Aznar eludió comentar la campaña desatada en algunos países del norte de Europa poniendo de relieve la conveniencia de que las divisas de los países del sur -el llamado despectivamente Club Mediterráneo: Italia, España y Portugal- retrasen su ingreso en la moneda única europea.Calendario
"No debemos hablar mucho de esas cosas. Hay un Tratado y un calendario que todos debemos de respetar", declaró. "Yo he dicho aquí que no hago nunca ningún comentario sobre la situación de ningún país y que, por lo tanto, tampoco me parece correcto que desde otros países se hagan comentarios sobre la situación de los demás", añadió, olvidando la polémica que le enzarzó con el primer ministro italiano, Romando Prodi, tras comentar Aznar algunos de los entresijos de la cumbre hispano-italiana de Valencia en unas declaraciones al diario británico Financial Times."Aquí no se trata de que uno comente al otro sino de que cada uno cumpla lo que tiene que hacer. Y, desde ese punto de vista, el cumplimiento de sus obligaciones por parte del Gobierno español es extraordinariamente satisfactorio y tengo que decir que así es evaluada en términos generales la marcha de nuestra economía en todo aquello que determina un proceso dé credibilidad y confianza para, no solamente la puesta en marcha de la moneda única en los plazos previstos, sino el desarrollo posterior de la moneda única y la estabilidad y la permanencia en el seno de esa moneda única", concluyó.
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