Gore, acusado de ser clave en la recaudación de fondos
Al Gore ya sabe cuál será uno de los lastres que tendrá que superar si, como desea, pugna por la candidatura demócrata a la elección presidencial del año 2000. Mucho habrán flaqueado las memorias si al actual vicepresidente norteamericano no se le reprocha entonces su extraordinaria participación en la recaudación de fondos para la campaña demócrata de 1996, que condujo a su reelección junto a Bill Clinton. En una conferencia de prensa, Gore aseguró ayer que no había cometido ningún acto ilegal.Gore, según denuncia el importante diario norteamericano The Washington Post, se implicó tanto en las tareas recaudatorias que llegó a telefonear personalmente a muchos posibles donantes para pedirles que aflojaran la cartera. Este periódico calcula que el vicepresidente consiguió directamente más de 40 millones de dólares (alrededor de unos 5.720 millones de pesetas).
"No hay nada inapropiado en el hecho de que el que vicepresidente llame a gente pidiéndole dinero", declara Lorraine Voles, portavoz de Gore. Cierto es que salvo por la prohibición de que se usen instalaciones públicas para solicitar el dinero o recompensar a los donantes, las leyes norteamericanas no prohíben a los responsables del Ejecutivo solicitar fondos para sus campañas. Lo que está provocando un escándalo monumental es el descubrimiento de que Gore, al igual que Clinton, llevó esa práctica a niveles paroxísticos.
Amigos millonarios
En los cuatro años de su primer mandato, Clinton alojó en el dormitorio Lincoln de la Casa Blanca a 938 personas, lo que contrasta con las 284 invitadas por George Bush en el mismo período de tiempo. Clínton dice que eran amigos personales suyos o prominentes figuras de la vida norteamericana e internacional, pero según cálculos de The New York Times, que ironiza sobre la "cantidad de amigos millonarios" del presidente, los huéspedes del dormitorio Lincoln entregaron un total de 10.176.840 dólares (más de un billon de pesetas) a la campaña demócrata, lo que significa un promedio de 10.849 dólares (más de un millón de pesetas) por cabeza. Entre los invitados más destacados, y los que más dinero dieron, se cuentan las actrices Barbra Streisand y Candice Bergen, el cineasta Steven Spielberg y el empresario David Geffen.
"Lo que ha hecho Clinton declara Marlin Fitzwater, ex jefe de Prensa de Bush, "es poner un determinado precio a la presidencia, sea el acceso a su persona o la influencia en sus decisiones".
Clinton y Gore utilizaron otros recursos del Ejecutivo, como los viajes en el avión presidencial, o la asistencia a desayunos, almuerzos, cafés y cenas en la Casa Blanca, para recompensar a los donantes. Los participantes en los 103 cafés celebrados en la Casa Blanca entregaron un total de 27 millones de dólares (alrededor de 3.861 millones de pesetas).
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