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Continúa la búsqueda del delincuente que mató a un guardia civil en Soria

La Guardia Civil amplió ayer el cerco de búsqueda de Fernando Domínguez, el delincuente que mató a tiros en la tarde del sábado en Matalebreras (Soria) al teniente Alejandro, García Velasco, hirió al capitán José Manuel Santiago, y asesinó también a su compañero, Antonio Navarro. Lo extendieron hasta Renieblas, donde residen familiares del homicida. Hasta anoche, sin éxito. En Soria se celebró el funeral por el agente fallecido con la asistencia del secretario de Estado para la Seguridad, Ricardo Martí Fluxà, y el director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso.

Al funeral, en la iglesia del Pilar de la capital soriana, también asistió el general de la Guardia Civil José Delgado. La homilía fue oficiada por el obispo de la diócesis de Osma-Soria. Los restos del teniente García-Velasco fueron después trasladados a su pueblo natal, la localidad toledana de Cabañas de Yepes. Allí, su madre elogió el valor profesional del agente fallecido y dijo que perdona a sus asesinos. El delegado del Gobierno en Castilla La Mancha, Carlos Moro, afirmó que el teniente había muerto "por España y por la Justicia". Moro añadió que el delincuente huido, Fernando Domínguez, que carece de antecedentes penales, es un hombre frío y peligroso, que va armado, con la pistola de 9 milímetros parabellum de la que salieron todas las balas, según la policía. Su compañero muerto portaba un revólver del calibre 22.Una tía del fugado que reside en Renieblas, Agustina Ayuso, dijo a Efe que su sobrino "era un trozo de pan". Aunque carece de antecedentes, fue rápidamente identificado por la Guardia Civil. Sus amigos en Zaragoza le llaman Hollyfield por su afición por el boxeo. Su pasión a las armas y sus prácticas de tiro en un club zaragozano se veían, al menos hasta ahora, como una afición más, como la de buscar monedas antiguas o sus largas internadas en las cuevas y lugares inhóspitos de la sierra del Moncayo, en la que ahora se le busca y que conoce "como la palma de su mano", según la policía.

Guardia jurado

Estudiante de geografía (ante algunos de sus compañeros presumía de haber terminado la carrera, aunque en el escrito policial de búsqueda se señala que cursó hasta el tercer grado), Domínguez, de 31 años, trabajó como guarda jurado en una empresa de Publio Cordón, otros dos años en la construcción y después en la empresa Pikolín. El hombre buscado en la sierra del Moncayo domina, según sus amigos, tres idiomas, no le gusta beber alcohol ni tomar drogas. Él prefiere los batidos de chocolate. Uno de sus compañeros opina que antes de dejarse coger, Domínguez "es capaz de una salida drástica".

La Guardia Civil, que al caer la noche suspendió la búsqueda del delincuente pero dejó acordonada la zona, está convencida de que Domínguez continúa escondido y no ha roto el cordón policial. Fuentes de la Guardia Civil descartaron además que alguien, desde el pueblo de sus familiares, Renieblas, pueda estar ocultándole. Al amanecer continuará el rastreo.

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