El autor de la querella fue condenado por llevarse secretos de un abogado

El abogado Francisco Javier Sainz Moreno, autor de la querella contra Sogecable, fue condenado en el año 1987 por revelar documentos "personalísimos" -se trataba de las agendas- del abogado Matías Cortes, para el que trabajó. La querella de Sainz Moreno se presentó el jueves y está dirigida contra Jesús de Polanco, presidente de Sogecable; el resto de los miembros del Consejo de Administración de la empresa, y contra José Antonio Rodríguez Gil, socio de la consultora Arthur Andersen, que ha sido la encargada de auditar las cuentas de Canal + y Sogecable.

La querella, admitida a trámite por el juez Javier Gómez de Liaño, asegura que los resultados de la explotación de Canal + se han "enmascarado desde septiembre de 1991 hasta diciembre de l995" mediante la utilización de dos empresas: Sociedad de, Televisión Canal + SA y Sociedad de Gestión del Cable SA (Sogecable).Según el querellante, Canal + no incluyó en su pasivo 23.000 millones que corresponden a depósitos de sus abonados. Denuncia también el reparto de dividendos, que atribuye a "la utilización fraudulenta de los depósitos efectuados por los abonados". Sobre el IVA, asegura que Canal + no aplicó la rebaja a sus abonados, beneficiándose indebidamente.

Francisco Javier Sainz Moreno, de 51 años, natural de Bilbao, es un abogado cuyas actuaciones se han visto rodeadas de polémica. En 1987 fue condenado judicialmente a dos meses y un día de arresto, y multa de 40.000 pesetas, como autor de un delito de revelación de secreto por difundir los datos de las agendas de su ex jefe, el abogado Matías Cortes. En la sentencia, el juez explicó que Sainz sustrajo numerosos documentos "personalísimos" del despacho de Cortés, y se los facilitó a vanas revistas, que los publicaron y difundieron por todo el ámbito nacional. En la sentencia se recogen las alegaciones del abogado, quien afirmó que "se limitó a recoger las agendas [de Matías Cortés] y a ponerlas a disposición del Juzgado para favorecer la instrucción de una querella presentada por José María Ruiz Mateos".

Sainz Moreno reconoció ayer a este periódico tal condena, si bien, lejos de admitir cualquier culpa, instó al periodista que le llamó a "poner con letras muy grandes que mi profesión es revelar secretos".

Sainz Moreno limita su relación con Ruiz Mateos a la de asesor personal suyo y amigo desde 1983 [año de la expropiación de Rumasa]". En el desempeño de su labor como "asesor personal" del ex presidente de Rumasa tuvo problemas con el Colegio de Abogados de Madrid. El Colegio le abrió diligencias informativas en 1989 para aclarar su intervención en la agresión del empresario a Miguel Boyer, ex ministro de Economía y Hacienda socialista. Sobre este, punto, el abogado, profesor titular de derecho en la Universidad Autónoma desde 1983, asegura: "No he tenido nunca ninguna sanción ni del Colegio de Abogados ni en la Universidad".

El letrado ya había tenido problemas por sus actuaciones en tomo al caso Rumasa un año antes. Fue el primer sospechoso de la policía a la hora de explicar cómo Ruíz Mateos pudo huir en el año 1988 de la Audiencia Nacional, provisto de bigote" postizo y peluca, en un caso que costó el cargo al jefe de seguridad de esa institución, judicial, Ramón Lillo. Sainz Moreno, según las informaciones publicadas en la época, llegó a estar detenido tres horas por la policía, si bien no se encontraron pruebas para, demostrar que fue el abogado quien proporcionó a Ruiz Mateos la bolsa con los postizos que permitieron disfrazar su aspecto para huir. Sainz Moreno asegura al respecto: "Nunca fui detenido ni presté declaración alguna en tomo a esos hechos".

Tras una conversación telefónica con EL PAÍS en términos correctos, el profesor Sainz Moreno cortó de este modo: "Le he dicho a mi mujer que no compre papel de wáter porque esta semana me va a sobrar con las páginas de EL PAÍS".