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Desobediencia incívica

La ley es para todos y la ignorancia de la ley no excusa su cumplimiento. (...) Al oponerse a una disposición anticonstitucional de la ley Debré, el llamamiento de los cineastas sobre la inmigración sólo pedía que los diputados velasen por el respeto de los principios fundamentales de la ley. En otros términos, la desobediencia con la que amenazaba este llamamiento expresaba fidelidad a la ley fundamental. Fue tan pertinente que los diputados de la mayoría han modificado ese artículo. Por lo que en este caso se puede invocar una pedagogía cívica. Con esta vara, pero a la inversa, se puede subrayar la pedagogía incívica del poder en el caso Foll. No es corriente ver a un Gobierno apoyar a un funcionario que no respeta las leyes.Director de la Policía Judicial de París, Foll ordenó a sus subordinados desobedecer los requerimientos del juez de instrucción. La Audiencia de París estimó que no cumplió con su deber, y le inhabilitó. La alta judicatura ha recordado a todos los policías su deber, y ha desautorizado al ministro del Interior, que ha apoyado a Foll y su indisciplina. ( ... ) La continuidad en su puesto se ría un acto incívico en el que se mezclarían el desdén por la justicia, la incitación a la indisciplina policial y el reconocimiento de una complicidad partidista; Foll se rebeló para proteger al alcalde de París de la curiosidad del juez. Pese a la justicia, el ministro del Interior sigue sosteniendo a su subordinado, lo que da pie a la desobediencia incívica.

29 de febrero

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