El PP amenaza con el boicoteo del Gobierno si prospera la moción de censura en Melilla

JAVIER CASQUEIRO / ANABEL DÍEZEl alcalde presidente de Melilla, Ignacio Velázquez, del PP, se someterá a las diez de la mañana de hoy al debate de una moción de censura firmada por toda la oposición y por dos tránsfugas de su partido. Los pronósticos sobre el resultado de la censura a Velázquez están tan abiertos como cualquier quiniela. Ayer, el PP no sólo mostró su respaldo al alcalde, sino que avanzó el boicoteo institucional del Gobierno a los fastos del V centenario de la ciudad si llegara a estar presidida por el sucesor de Velázquez. El PSOE, mientras, advirtió a sus cinco concejales que si, como han anunciado, apoyan la moción, serán expulsados del partido.

Las posibilidades de que Ignacio Velázquez continúe hoy como alcalde de Melilla son mínimas pero tampoco imposibles. El PP disponía hasta el pasado 19 de febrero de 14 concejales y de mayoría absoluta. Ayer tarde, teóricamente: por sorpresa aunque como consecuencia de inquina personal y de viejas reyertas, dos diputados populares se mudaron al Grupo Mixto y anunciaron la presentación de una moción de censura conjuntamente con el PSOE (5 ediles) y con los grupos locales Coalición por Melilla (4) y Unión del Pueblo Melillense (2). En principio, 13 concejales contra los 12 del PP. Ayer por la noche, los trece concejales se reunieron en el parador de Melilla, donde pasaron la noche. El alcalde se reunía también por la noche con el Comité ejecutivo ¿le su partido para estudiar alguna argucia legal que le permita continuar en el poder.Los ediles del PP no han dado la alcaldía por perdida. Desde luego, la dirección del PP no está por la labor de ayudar a ninguna gobernablilidad en Melilla que no pase porque Ignacio Velázquez siga de alcalde. Y cuentan con un apoyo trascendental en este año en el que se debía celebrar" a todo bombo, el V centenario de la constitución de esta ciudad. Esos festejos, con un presupuesto total de 2.400 millones de pesetas, de ellos 400 millones aportados por la Administración central, iban a tener un considerable apoyo institucional del Gobierno de Aznar.

El boicoteo ahora no será tanto presupuestario, porque esas partidas están firmadas y aprobadas hace meses, como institucional. El presidente de la Sociedad V Centenario, Aurel Sava, confirmó ayer en Melilla que no están dispuestos a presenciar cómo Aznar o cual quiera de sus ministros estrecha la mano a un alcalde "pirata, tránsfuga y desertor", califica tivos con los que se refiere. a su ex compañero Palacios. Sava vanzó que hará esta propuesta en una junta directiva nacional del PP.

Un portavoz de la dirección nacional del PP, seguidor diario del conflicto de Melilla, ratificó que la situación del Gobierno de Aznar y de sus ministros hacia Melilla no podrá ser a partir de ahora la misma. Tampoco quiso mencionar la palabra boicoteo.

Las actuales autoridades melillenses, por si acaso, han aralizado todos los contactos on el Gobierno central en Madrid tanto para negociar nue vas competencias para la ciudad como para cerrar la presencia en alguno de los 40 congresos que se celebrarán este año de los cinco ministros a los que se había solicitado su asistencia: Rato, Mayor Oreja Arenas, Aguirre y Tocino.

A la amenaza de boicoteo institucional del PP se suma la advertencia del PSOE a sus concejales de no respaldar iniciativas con los tránsfugas. Las consecuencias que traerá a los concejales socialistas de Melilla derribar a Velázquez con ayuda de dos tránsfugas pueden ser las más graves que pueden imaginarse para el militante de un partido: la expulsión.

El secretario de organización del PSOE, Ciprià Ciscar, eludió ayer referirse a qué camino estatutario se dirigiría si esto ocurre. Se limitó a señalar que la ejecutiva federal "actuaría en consecuencia". Otros dirigentes del partido, sin embargo, indicaron a este periódico que si sus compañeros de Melilla hacen caso omiso de las instrucciones que rigen para todos, la expulsión se Veía mucho más que probable.

De todo esto no quería ayer Ciscar oír hablar hasta conocer hoy cuál será la actitud de sus compañeros. El lunes pasado el secretario de organización se reunió con militantes melillenses, para saber qué estaba pasando. Ciscar les pidió que no dieran sus votos para derribar a Velázquez y colocar en su lugar a uno de los tránsfugas del PP.