Juzgado un arzobispo siciliano acusado de cobrar comisiones ilegales

Salvatore Cassisa, arzobispo de Monreale (Palermo), comenzó a ser juzgado ayer por prevaricación, corrupción y estafa a la Unión Europea (UE), presuntamente cometidos en la gestión del importante patrimonio de la diócesis que le ha sido encomendada. El arzobispo está acusado de haber cobrado comisiones ilegales por la adjudicación de las obras de restauración de la catedral de Monreale, uno de los monumentos de estilo árabo-normando más importantes de Sicilia, y de haber exagerado las dimensiones del viñedo de la curia para obtener más subvenciones de la UE.

Pese a que el proceso que le afecta partió de una investigación de supuestas conexiones con la Mafia, posteriormente archivadas, Cassisa ha seguido gozando de la confianza de la, jerarquía católica y del mismo Juan Pablo II, que con ocasión de sus visitas a Sicilia no ha puesto reparos a que este prelado se encargara de recibirle en el aeropuerto de Punta Raisa, enclavado en el territorio de la diócesis de Monreale.El alcalde de Palermo, Leoluca Orlando, que ha destacado como promotor de la lucha política contra la Mafia, abandonó el séquito que recibió al Pontífice en su última visita, como protesta por la presencia de Cassisa.

La investigación sobre el arzobispado de Monreale comenzó porque un teléfono celular perteneciente a un capellán de la catedral era, al parecer, utilizado por el mafioso fugitivo Leoluca Bagarella, cuñado del gran capo Totó Riina. Aquellas investigaciones no prosperaron, pero sí contribuyeron a que los fiscales intuyeran los presuntos manejos financieros oscuros de la curia que se juzgan ahora.

El arzobispo sostiene que es totalmente inocente. El fiscal, que ayer comenzó su introducción acusatoria, dice tener apuntes del arzobispo en los que figuran importes de comisiones junto a los nombres de las empresas adjudicatarias y cartas en las que se piden fondos a personalidades como el ex primer ministro democristiano Giulio Andreotti, inmerso en otro proceso, para financiar las obras.

Cassisa no es el primer hombre de la Iglesia juzgado en Sicilia. Otro sacerdote fue incluso condenado por asociación mafiosa: Agostino Coppola sobrino del mafioso norteamericano Frank Tres Dedos. Agostino, que casó en la clandestinidad a Totó Riina con Ninetta, la hermana de Leoluca Bagarella, murió el año pasado de cirrosis hepática.