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Úrculo propondrá al fiscal del 'caso Bardellino' para la jefatura de la Audiencia Nacional

El Consejo Fiscal aprobó ayer mayoritariamente la candidatura de Luis Manuel Poyatos Bernáldez, de 64 años, como fiscal jefe de la Audiencia Nacional, frente a la del teniente fiscal y actual jefe en funciones, Eduardo Fungairiño, quien no obtuvo ningún sufragio. Poyatos, que fue fiscal del Tribunal de Orden Público durante el franquismo, y que en 1987 dio su conformidad a la libertad del mafioso Antonio Bardellino, que éste aprovechó para escapar, regresa a la Audiencia Nacional como fiscal jefe siete años después de haberla abandonado. Relevará al destituido José Aranda.

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Una extraña puesta libertad

Mes y medio después de la defenestración del fiscal jefe de la Audiencia Nacional, José Aranda, y tras haber ofrecido en ese tiempo la vacante a una decena de fiscales de la cúpula del ministerio público, el Consejo Fiscal tuvo que decantarse entre el expedientado jefe en funciones de la Audiencia, Eduardo Fungáiriño, y el hombre que avaló con su firma la libertad del capo Antonio Bardellino. Los nueve miembros de la Asociación de Fiscales votaron en bloque a Poyatos, en tanto que los dos de la Unión Progresista de Fiscales (UPF) no respaldaron a ninguno.El fiscal Poyatos Bernáldez, de 64 años, desempeñó el cargo de teniente eventual del Tribunal de Orden Público entre 1967 y 1970. Entre este último año y 1977 fue inspector del Ministerio de la Vivienda y, entre 1980 y 1988, alcanzó el cargo de teniente fiscal de la Audiencia Nacional. En ese periodo, firmó la libertad del jefe italiano de la camorra napolitana Antonino Bardellino, que luego huyó.

Fuentes de la UPF explicaron que los dos miembros de esta asociación en el Consejo Fiscal, Juan José Martínez Zato y Pedro Crespo Barquero, no apoyaron a ninguno de los candidatos, por creer que no eran "idóneos".

Conflicto sin resolver

En sus explicaciones de voto, los fiscales progresistas recordaron que en su día se habían pronunciado a favor de acompasar la remoción de Aranda a la resolución de los expedientes disciplinarios y de traslado de los fiscales de la Audiencia. Por ello, señalaron que con este nombramiento no se ha terminado de resolver el problema creado por Úrculo al descabezar la fiscalía sin tener amarrado un recambio, lo que llevó a que los candidatos entre los que había que elegir resultaran "poco apetecibles".En rueda de prensa al término del Consejo Fiscal, Ortiz Úrculo confirmó que propondrá al Conseja de Ministros que nombre a Poyatos fiscal jefe de la Audiencia Nacional, tras haber valorado "en su conjunto" todas las circunstancias.

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A preguntas de los informadores, el fiscal general no confirmó ni desmintió que hubiese ofrecido la fiscalía de la Audiencia a una decena de fiscales, que rechazaron el ofrecimiento. "Yo hablo con muchos fiscales todos lo días. Lo que sí puedo decir es que yo no sabía quien iba a pedirlo cuando se abrió el plazo para concursar", añadió.

Sobre los expedientes a Fungairiño, María Dolores Márquez, Ignacio Gordillo y Pedro Rubira, Ortiz Úrculo dijo que "están en fase de pruebas y próximos a su terminación".

Las asociaciones de fiscales recibieron ayer de distinta forma la designación. Miguel Colmenero, portavoz de la Asociación de Fiscales, a la que pertenece el elegido, dijo que estaba satisfecho porque se hubiera cubierto la vacante. Añadió que Fungairiño no era el candidato oportuno mientras estuviera expedientado.

Colmenero resaltó del futuro nuevo fiscal jefe "su experiencia, su conocimiento de la Audiencia y su capacidad para desempeñar el cargo". Sobre el expedientea a que estuvo sometido en el caso Bardellino explicó que se sobreseyó el caso y esto, en su opinión, no tiene por qué tener una repercusión negativa en su historial.

Miguel Miravet, presidente de la UPF, dijo que Fungairiño tiene mejor trayectoria profesional que Poyatos, quien no le pareció, capaz de afrontar con todas las garantías una responsabilidad "muy fuerte" como es la Jefatura de la Audiencia.

El responsable de Justicia del PSOE, Juan Alberto Belloch, criticó duramente el nombramiento. El ex ministro se preguntó si tiene sentido "haber cesado, por razones políticas, al fiscal Aranda, para nombrar al actual fiscal". Pablo Castellano, de IU, dijo que lo más lógico era la designación de Fungairiño.

El portavoz: de Justicia del PP, Andrés Ollero, expresó su respeto por el nombramiento y dijo que nadie mejor que los propios profesionales para que decidan quién debe asumir el puesto.

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