El fiscal del 'caso Whitewater' dice que seguirá al frente de la investigación
Abrumado por una oleada de críticas que han rozado el insulto personal y profesional, Kenneth Starr reconoció ayer que había cometido un error y dio marcha atrás. El fiscal especial que se ocupa del asunto Whitewater -en el que trata de determinar si los Clinton son responsables de abuso de poder y corrupción en una operacion inmobiliaria fracasada y en la ayuda al banco que la financió- dijo que seguirá en su puesto "hasta que la investigación y cualquier procesamiento resultante ( ... ) se hayan completado de forma sustancial".Kenneth Starr dijo a principios de esta semana que había aceptado ser decano de la Facultad de Derecho en la Universidad Pepperdine de California a partir del 1 de agosto y aseguró, frente a las críticas, que eso no quería decir que el caso Whitewater estaba acabado, pero las opiniones de los expertos -secundadas por la satisfacción de la Casa Blanca- fueron en la dirección opuesta: si se va es que no tiene pruebas serias contra Bill y Hillary Clinton, fue la conclusión unánime.
Starr tuvo que soportar feroces críticas de políticos y medios de comunicación. El columnista Willian Safire dijo en The New York Tirnes que la actitud cobarde e incapaz del fiscal "avergüenza a la comunidad jurídica al abandonar de esta forma a su cliente, el pueblo de EE UU". Zarandeado por el oleaje, Starr asumió ayer su "imprudencia" y reiteró que se había equivocado al "fijar de manera impropia una fecha para concluir su tarea" y que lamentaba "profundamente" que su decisión haya puesto en duda su compromiso "con el pueblo estadounidense y con la búsqueda de la verdad".
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