_
_
_
_
Reportaje:

Una historia de traficantes y pillos

Fue la época dorada de Conde en Banesto la que alumbró la nueva criatura especulativa

Los antiguos y nuevos gestores de Asturiana del Zinc (AZSA) se han convertido en buenos discípulos de Nick Leeson, el trader o intermediario del banco inglés Barings que acumuló grandes pérdidas en el mercado de futuros de Japón renovando sus posiciones y cargándose a toda una institución. "Lo que hicieron en Asturiana del Zinc fue algo parecido, salvando, claro, las distancias", dijo un analista al Metal Bulletin, de Londres.Los productos derivados surgieron en el mercado para atajar las consecuencias de las fluctuaciones monetarias sobre los tipos de cambio. Banqueros, exportadores y gestores de carteras tenían necesidad de proteger sus inversiones en la nueva fase de inestabilidad iniciada hace ahora un cuarto de siglo. Pero hecha la ley, hecha la trampa. La aparición de nuevos instrumentos financieros ha conducido a nuevos escenarios de especulación y manipulación.

Más información
La CNMV expedienta a Asturiana por ocultar riesgos que originarán pérdidas de 17.000 millones

La compra de Austmet por Asturiana del Zinc supuso la primera gran ruptura de accionistas, en 1991. La canadiense Curragh Resources, que entró en AZSA con el acuerdo de crear una empresa comercializadora conjunta en Europa, consideró la operación Austmet un acto hostil.

También vio como Mario Conde, presidente de Banesto, utilizaba AZSA, con la subordinación del entonces presidente, Francisco Sitges, para operaciones extrañas, por ejemplo, la adquisición de acciones de Urbis, que aún están en su cartera. AZSA fue también el escenario en el que Mariano Gómez de Liaño, abogado de la compañía, cobró minutas de 300 millones.

. Fue así, pues, que Curragh rompió con Conde, con Sitges y con AZSA en 1992. Sitges se convirtió en trader, estimulando la creación de una posición de volúmenes excepcionales. de zinc en el mercado de Londres. Así, los instrumentos del mercado de derivados, nacidos para ayudar a las empresas a cubrirse frente a precios de gran volatilidad, se convirtieron en una palanca de especulación desenfrenada.

Fue la época dorada de Mario Conde en Banesto la que alumbró la nueva criatura. Austmet UK fue secundada por Austmet Lausana, una filial enclavada en el centro de operaciones presuntamente ilícitas de Conde, Sitges, Gómez de Liaño y Arturo Romaní en Suiza.

En la cartera de las fundaciones creadas por los cuatro en el paraíso fiscal de Liechtenstein (Seasun, Atom y Melvin) hay muchos movimientos con títulos de AZSA durante los años en cuestión, así como referencias a la fiducia de Swoboda, que asumió la participación vendida por Curragh en 1992. Y la entidad financiera por la que pasaron las órdenes de compra y venta, de títulos es, cómo no, la Banque Cantonale Vaudois( (BCV), donde el fiduciario Renato Galleti era director.

Por cierto, las participaciones de Sitges, no oficiales, en Asturiana del Zinc y de sus socios de antaño fueron depositadas en la BCV, que ha declarado en junio de 1993 posee un 5,07% de Asturiana.

Sitges alentó la especulación en 1992 y 1993 y pidió e apoyo financiero de Banesto en los primeros meses de 1994 cuando Alfredo Sáenz tenía todos los frentes abiertos y e banco no había sido subastado todavía. Banesto apoyó con nuevas garantías y avales la posición de Austmet.

El nuevo gestor de AZSA Rafael Benjumea, quizá porque los precios del zinc estaban subiendo y se podía pensar en aminorar las pérdida en perspectiva, también coexistió con la situación. Quizá eso sí, sin poder conciliar e sueño.

Los aprendices de Leeson pues, se gastaron 17.000 millones de pesetas en esta aventura. Pero esta cifra, con todo lo excepcional que puede parecer, debe ser sumada a la verdadera gestión de despilfarro que se impuso en los año de Conde en Asturiana de Zinc.

Antes de estas pérdidas, la ruptura entre Conde y Clifford Frame, presidente de Curragh Resources, condujo a montar una fiducia en Suiza a través de las sociedades Fidinam Fiduciaire y Swoboda Handels. Esto le costó a Asturiana 11.000 millones de pesetas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_