Aceras

Leo varios periódicos a diario. Unos me ponen contento y otros de mal humor. En las cartas a usted veo publicadas cosas muy constructivas, y por ello denuncio hoy el despilfarro, en las malditas obras de la plaza de Oriente, en la que vivo, sin que ningún medio lo resalte.Para abreviar, hoy se están rehaciendo todas las aceras del entorno (Arrieta-Encarnación, Santo Domingo-Arrieta, Campomanes-Arrieta), quitando las orejas indicatorias del aparcamiento en batería en las que se pusieron chirimbolos anunciatorios, relojes y termómetros, etcétera. El motivo es que, el giro de autobuses se hacía dificultosa mente. Ayer mismo también decidieron, después de hacer conductos de riego automáticos y al corques para la serie de árboles recortados que circunda en toda la plaza, quitar los que dan a la parte posterior del Teatro Real. Para ello pasó un camión-grúa que destrozó siete de los registros recién realizados en ladrillo y hormigón armado, que hoy rápidamente están intentando rehacer. Esto, como a usted se le alcanza, es pagando con nuestros impuestos jornales y material. Es de risa las precipitaciones que hoy reinan allí, la multitud, de cascos azules y blancos que dan su informe ante la inminente segunda inauguración del trozo de plaza construido o, quizá mejor dicho, destruido.Si antes tachaban a ese diario de gubernamental, ahora será de la oposición y podrá decir: "¡Váyase, señor Manzano, vayase!".-