Bronca en el bosque
Un conflicto entre vecinos, cazadores y agentes forestales amenaza la paz de Rascafría
Un serio conflicto entre agentes forestales, cazadores, vecinos y Ayuntamiento se ha desatado en los montes de Rascafría el pueblo más frondoso de la región. El fuego lo ha abierto el alcalde, Juan Antonio Velasco, independiente, con un bando donde pedía a los vecinos que no entregaran "ningún documento o papel" a los agentes forestales dependientes de la Comunidad porque las actuaciones de "dejan traslucir acoso, persecución, premeditación, uso y abuso de un poder casi dictatorial, tratando a los vecinos como si fueran delincuentes". Los guardias, por su parte, aseguran haber recibido amenazas de muerte de los cazadores.Ayer, durante la inauguración de un centro cultural, al que asistió el consejero de Cultura, Gustavo Villapalos, añadió el alcalde: "Esto no se puede consentir. Hay una auténtica persecución a los vecinos por parte de los agentes forestales. No lo vamos a permitir".
La historia comenzó hace unas semanas, cuando un grupo de vecinos denunció al alcalde que los guardas forestales les impedían mover vallas, abrir caminos o levantar edificaciones en los alrededores del pueblo. Según el regidor, los agentes forestales piden licencias o permisos en lugares que son de competencia municipal. En el bando que ha desatado la polémica, el regidor afirma que "una minoría forestal pretende coaccionar y asustar basándose en su propia ley, en lugar de colaborar, asesorar y ayudar al vecindario. Parece, en fin, que están al acecho para dar caza a quien cometa el primer error o desliz".
Los vigilantes, a su vez, denuncian amenazas de muerte por parte de los vecinos. Aseguran que les ponen gatos muertos en las puertas de sus casas y que los cazadores les amenazan con "escopetas en la barriga". Su representante laboral, Javier Diez, aseguro a Efe que ellos sólo cumplen con su trabajo: "Existen compañeros que han tenido que cambiar de teléfono y de casa porque a algunos vecinos no les gusta que los guardas denuncien la caza furtiva, la tala indiscriminada, los vertidos al río y las construcciones en suelo rústico".
Los cazadores no han tardado en responder. En un escrito califican de "tajantemente falsas" las amenazas de muerte que denuncian los agentes forestales. Y señalan: "Algunos guardas conducen temerariamente por las pistas forestales, usan cebos prohibidos en la pesca y, amparados por un sindicato, difaman a un pueblo".
Ante estas duras acusaciones cruzadas, el director general del Medio Natural, Jose Javier Fernandez Santamaría, señaló ayer que ha pedido al alcalde que indique "los nombres de los guardas que presuntamente se extralimitan en sus competencias". En Rascafría trabajan nueve agentes y viven, 1.460 vecinos.
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