Sanciones a los padres
En su afán por luchar contra el vandalismo, incluidas las infracciones cometidas por menores de diez años, el ministerio británico del Interior ha decidido sancionar también a los padres. Cuando éstos no se ocupen lo suficiente de su prole, el Gobierno podrá obligarles a mantenerles en casa por las noches y los fines de semana. Si no colaboran con los maestros o agentes' encargados de supervisar el castigo, las multas impuestas ascenderán a 200.000 pesetas. En el peor de los casos, los propios progenitores serán forzados a permanecer en su domicilio en una suerte de toque de queda parental. Estos planes, presentes en el más reciente proyecto gubernamental de prevención de la delincuencia, cuentan con el apoyo de los penalistas del Reino Unido.
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