_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Ecuador, una imagen y más de mil palabras

Por primera vez en muchos años, he visto el nombre de mi país en primera página. Eso me ha motivado para enviarle esta carta con la esperanza de que sea publicada.Lo que está sucediendo en estos días en el Ecuador no es nada nuevo. Aquí, desde hace mucho tiempo, el capitalismo ha fracasado y, como en otros países del entorno, no ha hecho posible el ejercicio pleno de los derechos humanos y tampoco la satisfacción de las demandas más elementales de la población.

Esta no es una opinión. Es una constatación. Basta observar los coeficientes de distribución de los recursos desde hace 100 años. Con una endeble clase media, entre más del 70% de la población, el nivel de pobreza ha aumentado constantemente; más todavía a partir de la globalización de la economía y de las últimas revoluciones industriales.

Según la revista de la Unión de Consumidores, siete de cada 10 gambas que se comen en Sevilla han sido cultivadas cerca de Guayaquil. El Ecuador sigue siendo el primer exportador de plátano. De estos dos productos y del petróleo (el más pequeño exportador de la OPEP cuando, pertenecía a esa organización) consigue fundamentalmente sus divisas.

Su economía, en cambio, está condicionada por la deuda externa de 1.000 dólares que tiene cada ecuatoriano (una forma de exportar dinero hacia los países que tienen más de lo suficiente) y, desde luego, por su mediocre y voraz clase dirigente, que se enorgullece de encontrar parentescos occidentales antes que indios, entre los cuales, dicho sea de paso, desde hace 500 años, todavía no se ha encontrado a ninguno que haya robado dinero del Estado.

La penuria democrática y económica del Ecuador no es producto del comunismo, como dicen que sucede en Cuba. Se debe al fracaso del capitalismo salvaje (derrotado el comunismo, el único a abatir, dicen algunos intelectuales), puesto en evidencia hasta por el mismísimo George Soros, "que se hizo famoso en septiembre de 1992 cuando quebró el Banco de Inglaterra".

No vale la pena convertir en una simple imagen televisiva a un suceso que merece más de mil palabras. Es la razón de esta carta.- Ecuatoriano-hispano profesor universitario.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_