Asesinado en Kigali el presidente del Consejo de Estado de Ruanda

El presidente del Consejo de Estado ruandés, Vincent Nkezadaganwa, y tres miembros de su escolta fueron asesinados en la noche del viernes en Kigali. Unos desconocidos, equipados con armas automáticas, penetraron en su domicilio y vaciaron el cargador. La policía practicó un número indeterminado de detenciones, aunque no se informó de cuál era su vinculación con el crimen o cuáles eran sus móviles.

Se habla de ajuste político, pero no es la primera vez que los interhamwes (los que matan juntos), una especie de SS hutus, actúan en la capital. Hace una semana asesinaron a ocho personas. Un joven comerciante relató que dos microbuses fueron detenidos en un control militar. Algunos de sus componentes iban vestido de faena, pero otros iban de civil. Un detalle extraño: Los militares robaron todas las pertenencias a los pasajeros y les ordenaron separase. Los hutus a un lado, los tutsis al otro. Contra éstos abrieron fuego.La sensación de inseguridad, que se acrecienta ahora con el asesinato de Nkezadaganwa, ha empujado a muchas ONG a evacuar total o parcialmente a su personal del país. Siete cooperantes, tres de ellos españoles, de Médicos del Mundo han sido asesinados en el último mes.Entre abril y julio de 1994, con los hutus radicales en el poder, un millón de personas fueron asesinadas, la mayoría tutsis. Con la llegada a Kigali del Frente Patriótico Ruandés, el Ejército hutu y los interhamwes huyeron a Zaire. Muchos de ellos han regresado camuflados de refugiados.

En el este de Zaire, en el campo de Tingi-Tingi, 150.000 hutos esperan su suerte. Los combates están cerca. Los rebeldes banyamulengues, que son tutsis, han amenazado con atacar si los interhamwes siguen hostigándoles desde el campo. Los hutus radicales han sido movilizados por el Ejército de Zaire para combatir a su lado, algo que ya sucedía. Pero este anuncio puede ser la excusa que necesitan los banyamulengues.