Los expertos sitúan la ciencia en una fase de turbulencia

, La ciencia se encuentra en una fase de transición y turbulencia, causada por su propio éxito, señalaron varios líderes científicos en la apertura, en Seattle (EE UU), de la reunión, anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS). Fuente y solución de problemas, la situación de la ciencia en un mundo globalizado pero con grandes diferencias, fue analizada por representantes de China, Rusia y Estados Unidos, que coincidieron en señalar la preocupación por el equilibrio medioambiental y la necesidad de lograr un modelo sostenible de desarrollo.John Gibbons, asesor del presidente Clinton, resumió las palabras de sus compañeros en la inaguración, en la noche del jueves, de la mayor reunión anual de científicos al decir que la ciencia y la tecnología aceleran la velocidad de desarrollo, mientras que ese mismo desarrollo ya amenaza el equilibrio del sistema. "El verdadero desafío es permitir que exista el futuro", citó.

"Nadie cree ya que llegaremos a los niveles de vida del mundo desarrollado pronto y sin coste social", recordó el experto peruano en política científica Francisco Sagasti. Entre las consecuencias no esperadas del desarrollo científico está el coste medioambiental. La otra consecuencia es la concentración del conocimiento en muy pocos y por tanto la fractura del mundo en dos tipos de civilización, la que genera conocimientos y es capaz de trasladarlos a la tecnología y la producción y la que no.

Zhou Guangzhao, presidente de la Academia China de Ciencias, hizo un alegato idealista y sentido de lo que su país necesita de la ciencia para lograr un modelo de sociedad propio y sostenible. "No nos vale ningún modelo de los existentes, tenemos que alcanzar un consenso sobre el nivel de vida que queremos, los valores que deseamos. El mayor desafío para China es la sostenibilidad en condiciones de mercado", remachó.

Crisis rusa

Boris Saltykov, ministro ruso de ciencia y universidad de 1991 a 1996, defendió la reconversión del sistema soviético de ciencia y tecnología durante su mandato hacia una apertura y una mayor eficacia.

Sin embargo, reconoció que al menos 10.000 científicos, en su mayoría jóvenes, han abandonado el sistema en ese periodo y que la crisis presupuestaria ha puesto de relieve en 1996 que la ciencia ya no es considerada prioridad por el Gobierno. A pesar de todo, y recordando la ayuda que Europa y Estados Unidos, así como la comunidad científica, están prestando a Rusia, se mostró optimista sobre el futuro. Como representante de un país europeo estaba Robert M. May, asesor del Gobierno de Major y jefe de la Oficina de Ciencia y Tecnología. May reconoció la ineficacia de la ciencia británica en trasladar resultados a la industria y señaló que el cambio en las formas de comunicarse y la globalización plantean nuevos problemas.

Ya Gibbons había enumerado algunos, como las nuevas enfermedades infecciosas, una amenaza global debido al desarrollo tecnológico que ha permitido el transporte, y también la biotecnología y las armas químicas."Pero la ciencia siempre ha trabajado así, en un marco sin fronteras, y los nuevos desafíos no cambian la forma de hacer ciencia", recordó.