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"Mamá, que estoy con los Reyes"

Multitudinaria visita real a Móstoles y Getafe

, Los Reyes volvieron a entrar ayer en la zona sur por la puerta grande. Centenares de personas aclamaron a don Juan Carlos y a doña Sofía a su paso por Móstoles, donde colocaron la primera piedra de la sexta universidad pública madrileña, que llevará el nombre del monarca. La misma acogida se repitió en la localidad de Getafe, durante la inauguración de la nueva sede del Ayuntamiento.

En la parada de Móstoles y sobre el terreno en el que se ubicará uno de los tres campus -los otros dos irán en Alcorcón y Fuenlabrada-, los Reyes presidieron el enterramiento de una urna con ocho monedas distintas de curso legal y varios ejemplares de los periódicos del día. La solemnidad del acto académico la rompió el Rey al descubrir con asombro que su rostro estaba acuñado en las monedas. "Esta cara me suena", comentó don Juan Carlos en tono de broma.

Alrededor continuaba el griterío con vivas al Rey, a España, y a la Reina. Una mujer, frente a las cámaras de televisión, avisaba a su madre con un teléfono portátil para que no se perdiera la retransmisión en directo de la jornada. "Mamá, que salgo con los Reyes en la tele", gritaba. Don Juan Carlos recalcó en su discurso la vinculación de la Corona al mundo universitario. "El conocimiento es la llave del futuro. Hay que formar una Universidad capaz de dinamizar el entramado de la sociedad", aseguró el Rey.

Cuando llegó el solemne momento de enterrar la simbólica piedra, don Juan Carlos asumió el improvisado papel de currante de la construcción. Saludó a los dos obreros, por cierto de un blanco impecable, que se encargarían de darle a la paleta, se arremangó y él mismo cubrió la urna de cemento. Ante la ocurrencia, la Reina, sonrió.

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10.000 personas recibieron al Rey en Getafe

VIENE DE LA PÁGINA 1El Rey también destacó en su discurso que la nueva universidad "debe prestar especial atención a la zona donde se implanta y atender a una demanda social que vincula el conocimiento y la vida". El presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, calificó la creación de la sexta universidad pública "como el proyecto más atractivo y ambicioso de la Comunidad de Madrid" y Gustavo Villapalos, consejero de Educación, recordó en su intervención que "las cosas grandes empiezan por ser pequeñas".

Eran las 13.07 cuando el coche oficial de los reyes de España irrumpía en la plaza de la Constitución de Getafe (143.000 habitantes). Más de 10.000 vecinos se habían agolpado a ambos lados de la calle de Leganés y en la propia plazoleta para recibir a los monarcas, pero pocos se percataron de un detalle singular: bajó don Juan Carlos del automóvil se dirigió hacia el alcalde de la ciudad, Pedro Castro -que le iba a hacer entrega del bastón de mando-, y, en lugar de darle la mano, le propinó un cariñoso tirón de orejas. Castro se quedó de piedra: alguien se había encargado de filtrar al Rey la noticia de que el regidor getafense cumplía ayer 52 años.

Tras la broma, el jefe del Estado sí se ajustó al guión y destapó la placa conmemorativa de la inauguración del nuevo Ayuntamiento, aunque este edificio, de más de 1.700 millones de pesetas, ya lleva cuatro meses funcionando. Francisco José Pérez Fernández-Golfin, obispo de Getafe, aportó solemnidad al acto con la bendición, hisopo en mano, de las instalaciones, ''Son las novedades protocolarias que ha introducido el Gobierno del Partido Popular en la Comunidad", ironizó una fuente municipal.

La mañana, pese a la rapidez de la visita, deparó un buen número de curiosidades. Don Juan Carlos estrenó el segundo libro de honor del Ayuntamiento de Getafe con una dedicatoria sencilla, "un saludo muy afectuoso". La ocasión bien merecía empezar un nuevo libro, pero los responsables del protocolo encontraron otro inconveniente a la utilización del antiguo: su primera página comienza con una rúbrica del general Franco, fechada en 1972.

Getafe animó la visita real hasta el último detalle. No faltaron bandos ni reparto de 2.500 banderas nacionales entre los vecinos, arreglos en el subterráneo de la calle de Leganés y hasta una replantación en la plaza del General Polanco, que no se había tocado desde su inauguración, hace casi tres años. Pedro Castro no lo consideró suficiente y encargó a un pintor local, Angel Gómez Mateo, un gigantesco retrato del Rey, de metro y medio de alto, para presidir su despacho. La Reina mostró un gesto de sorpresa al toparse con tan voluminosa imagen de su marido.

El Ayuntamiento obsequió a su ilustre visitante con una simple fotografía. La cosa tenía, sin embargo, su valor sentimental: la imagen, rescatada de una colección particular, corresponde a la inauguración del monumento al Sagrado Corazón de Jesús, en el Cerro de Los Ángeles, el 30 de mayo de 1919, por Alfonso XIII y Victoria Eugenia.

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