No valen reproches mutuos
Es difícil decir en unas líneas cuáles son las soluciones a los problemas del transporte de mercancías y cómo articularlas de forma inmediata en una situación de huelga que tiene casi paralizado el tercio noroeste de España y amenaza con extenderse al resto del país. Un sector con más de un millón de trabajadores, casi 300.000 vehículos de servicio y más de 150.000 transportistas -el 80% de ellos autónomos y el 98%.de ellos (incluyendo los anteriores) de cinco o menos vehículos- necesita soluciones que no se pueden resumir en media página.Hay dos líneas de trabajo. Una, la colaboración de las administraciones públicas en la resolución de problemas que les competen: unos cuestan dinero (jubilaciones anticipadas de autónomos, bajada, de la fiscalidad del gasóleo, enfermedades profesionales para incapacidades ... ) y otras son medidas políticas: no otorgamiento de tarjetas, tarifas obligatorias...
Otra línea de trabajo, tan importante como la anterior, es el esfuerzo de organización interna del sector: agruparse para comercializar mejor, comprar más barato, mejorar los recorridos en carga, acceder a posibilidades de trabajo que son imposibles por libre, uno a uno; en fin, tomar conciencia que hoy día, en ámbito nacional, un camión por libre, sólo puede sobrevivir si se une a colegas para convertirse en una organización (cooperativas, sociedades mercantiles, sociedades de comercialización ... ).
Esta huelga centra sus esfuerzos sólo en la primera línea dé trabajo, algunos de cuyos temas son lógicos; por ello, CETM-Conetrans, Fenadismer, Astac, UGT..., los negocian con la Administración, y otros -más difíciles de entender- son, como mínimo, negociables.
La Administración central, con siete u ocho meses de vida, ha abordado con ímpetu esas negociaciones. ¿Por qué entonces Fedatrans ha convocado y mantiene la huelga? ¿Por qué está causando tanto daño a los que secundan el paro, a los que obligan a secundarlo (la mayoría) y a los ciudadanos de este país, cautivos de este paro y sufridores de sus propios problemas, además de los que ahora les están causando esta situación?
Pero ya no valen los reproches mutuos. Si Fomento ha aceptado sin ambages el Plan de Reestructuración, (asumido por Fedatrans), ha aceptado negociarlo, ha implicado a otros ministerios, ¿por qué mantienen su actitud?
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